Este viernes 05 de Mayo, se conmemora el Día Mundial de la Hipertensión Pulmonar, y el Gobierno de la Ciudad a través del Ministerio de Espacio Público e Higiene Urbana, iluminarán de color violeta el Monumento Plaza Congreso, la Floralis y el Monumento de los Españoles, para concientizar sobre esta enfermedad que afecta a más de 25 millones de personas en todo el mundo. El objetivo de esta iniciativa, es visibilizar esta patología para informar y educar a la población y al personal sanitario sobre la HAP (Hipertensión Arterial Pulmonar). El color violeta fue propuesto por la Asociación sin fines de lucro HIPUA (Hipertensión Pulmonar Argentina), creada en febrero del 2009, con la misión de brindar contención información y asesoramiento a todas aquellas personas que padecen Hipertensión Pulmonar y a sus familiares, para que tengan una mejor calidad de vida, como así también impulsar diferentes acciones, tendientes a garantizar las prestaciones necesarias para su pronto diagnóstico, tratamiento, seguimiento, y la cobertura integral del tratamiento.
La hipertensión pulmonar es un tipo de presión arterial alta, que afecta a las arterias de los pulmones y al lado derecho del corazón, es llamada hipertensión arterial pulmonar, porque estrecha, bloquea o destruye los vasos sanguíneos de los pulmones. No existe cura para esta enfermedad, y a medida que pasan los años los síntomas empeoran lentamente, pero hay ciertos tratamientos que para algunos tipos de hipertensión pulmonar ayudan a reducir los síntomas y mejorar la calidad de vida. Sin tratamiento, la esperanza de vida en personas con hipertensión arterial pulmonar puede ser de 2 a 8 años.
Algunos de los indicadores o signos que una persona padece de hipertensión pulmonar son: fatiga, falta de aire (disnea) cuando hace ejercicio, presión en el pecho, hinchazón de los tobillos, piernas, abdomen, pulso rápido del corazón, y color azulado o violeta en los labios o piel. Puede afectar a personas de cualquier edad y sexo, pero es más frecuente en mujeres de 30 a 50 años. Los pacientes con HPA siempre deben comer sin sal, controlar el peso a diario, no fumar, no tomar alcohol ni drogas ilícitas, deben estar permanentemente en contacto con su médico de cabecera para realizar periódicamente los chequeos y controles clínicos, y en las mujeres en edad fértil deben evitar por completo el embarazo, ya que esta situación conduce a la alta mortalidad materno-fetal, durante el embarazo o luego del nacimiento.
En los Hospitales públicos de la Ciudad de Buenos Aires se realizan jornadas informativas y controles gratuitos sobre esta patología.
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