En tres días, 500 personas del colectivo LGBTIQ, recibieron la vacuna antigripal.
Con el vacunatorio móvil, que pertenece al Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, fueron vacunadas 500 personas de este colectivo, en situación vulnerable. Yessica Gómez, extraccionista y activista trans se sumó a la campaña.
A lo largo de tres jornadas, el vacunatorio móvil de la Ciudad, llegó a asistir a integrantes de esta población en situación vulnerable. Así fue como la Subsecretaría de Derechos Humanos y Pluralismo Cultural de la Ciudad, llevó adelante un programa de vacunación antigripal, especial para la población trans que se encuentra en situación de vulnerabilidad, el cual se desarrolló en tres jornadas: los martes 19 y 26 de mayo y el martes 2 de este mes.
La campaña, contemplada dentro del marco de las políticas públicas que se llevan adelante para combatir las consecuencias del COVID-19, contó con la coordinación de la Dirección General de Convivencia en la Diversidad, en articulación con el Ministerio de Salud porteño y voluntarias/os de la UBA.
Yessica Gómez, extraccionista y activista trans, colaboró en la campaña de vacunación antigripal, y forma parte del equipo de la Dirección general de Convivencia en la Diversidad, trabaja para el Gobierno Porteño desde hace 8 años, dando asistencia a la población LGBTIQ. Además brinda capacitaciones a las empresas sobre las prácticas de convivencia y talleres acerca del trabajo inclusivo y el respeto a la diversidad.
La extraccionista cuenta que “Al principio me dio impresión”, cuenta pero que “después de 5 meses de curso, el primer día luego de recibirme tuve que realizar 100 extracciones para los test de VIH que necesitó hacer la ONG donde colaboraba”.
Estudió en el Hospital de Clínicas, donde se insertó laboralmente y allí permaneció varios años, aunque también fue mediante Claudia, su amiga de la ONG ATTA, que entró al Hospital Muñiz para colaborar con las chicas trans.
Luego, en el Muñiz crearon un espacio al que llamaron Transvivir, en donde sigue trabajando de voluntaria, ahora como coordinadora de este grupo que cuenta con 5 colaboradoras.
Varias son sus funciones, entre las que se encuentra brindar apoyo y asistencia a las personas del colectivo LGBTIQ que están internadas, así como dar capacitaciones y talleres, y realizar el seguimiento de pacientes que se van de alta pero requieren ayuda como ropa, comida y asesoramiento.