El próximo martes 18 de febrero, al cumplirse un mes del asesinato de Fernando Báez Sosa, se realizará una marcha hacia el Congreso de la Nación, para exigir justicia.
Los padres de Fernando, el joven asesinado por un grupo de rugbiers a la salida de un boliche en Villa Gesell, realizará una marcha el próximo 18 de febrero, luego de conocerse la liberación de dos de los detenidos y la sospecha de un participe más que no pudo ser identificado.
Esta semana, la Justicia decidió la liberación para dos de los detenidos por el crimen del joven porteño Fernando Báez Sosa, golpeado hasta la muerte por un grupo de rugbier, el pasado 18 de enero.
Los liberados son: Alejo Milanesi, de 20 años, y Juan Pedro Guarino, de 19.
Ambos fueron liberados este lunes, según lo dispuso la fiscal Verónica Zambroni, quien a su vez, solicitó la prisión preventiva para los otros ocho acusados.
Asimismo, lo que sospecha la Justicia, es que puede llegar a haber otro partícipe del delito, que hasta el momento no fue identificado.
Según las filmaciones que están en manos de la justicia, se trataría de un joven que esta vestido de negro, que participa de la pelea. También es mencionado por su apodo, en las conversaciones que quedaron registradas en un chat de los rugbiers.
Luego de conocerse estas noticias, la madre de Fernando Baez Sosa, convocó a una marcha para pedir justicia por su hijo, al cumplirse un mes del brutal asesinato. La marcha se llevará adelante el próximo martes 18 de febrero, a las 18, frente al Congreso de la Nación.
“El martes 18 de febrero a las 18:00 vamos a pedir justicia por Fernando, asesinado brutalmente en Villa Gesell. Será en Congreso e invitamos a todos los que quieran sumarse“, dijo Graciela Sosa.
Graciela, frente a las cámaras, leyó una carta que decía: “La violencia es un flagelo que arrasa y destruye sin distinción alguna. No hay religión, clase social, nacionalidad, raza o edad que la frene. Por eso queremos decir ‘Basta de violencia’ con energía y decisión para que se escuche en cada rincón de la Argentina”.
“Queremos que nuestro mensaje llegue a cada familia y a cada ciudadano que quiera sumarse a este pedido de condena a la violencia”, prosiguió la mamá de Fernando. “Me hacen llegar cartas, rosarios, flores”, expresó emocionada.
Además contó que le devolvieron la valija que Fernando había llevado a Villa Gesell para pasar unos días con sus amigos.
Ya con lágrimas en los ojos, dijo: “No fue fácil sacar la ropa. Había prendas sin lavar. No podía dejar de olerlas… me tiraba encima. ¿Por qué le hicieron esto a mi hijo? ¿Por qué?”.
