Más de cinco mil personas se dieron cita en la tarde/noche de ayer en el Buenos Aires Lawn Tennis, desde el Torneo Argentina Open, para acompañar al “querido Delpo” en su despedida de la práctica deportiva profesional.
La vida y sus circunstancias, donde la linealidad no existe, y cada jornada se presenta marcada por lo imprevisible, de todas maneras, el anuncio realizado por el talentoso jugador el sábado pasado, entre sollozos interminables, no dejó de sorprendernos…
Y así fue como este joven deportista de treinta y tres años, entusiasta, distinguido, trabajador tenaz de su oficio, esforzado, auténtico, buena gente, sencillo, había llegado nuevamente al corazón de tantos compatriotas y referentes del mundo tenístico y del deporte en general a nivel internacional.
Tal vez la decisión, meditada, evaluada, duela menos que la rodilla derecha que lo tuvo/tiene a muy mal traer desde hace varios años…y con cuatro cirugías.
Después de novecientos sesenta y cinco días sin jugar al tenis, por más que se trate de “la Torre de Tandil”, sólo un mago hubiera podido ganarle el partido a Federico Delbonis-otro reconocido jugador- quien se encuentra en pleno despliegue de su actividad…y sin lesiones de relevancia…
Es justo destacar que la potencia de los saques, junto a los drives característicos también estuvieron presentes…pero la falta de movilidad y “ciertas pelotas cortas a la red” recibidas, fueron definiendo un encuentro de una hora veinticuatro minutos de juego con el siguiente resultado a favor de “Delbo”-su amigo-: 6-1 y 6-3.
Y la emoción se apoderó “del Lawn”, su madre Patricia, su hermana Julieta, amigos tandilenses, la inmensa Gaby Sabatini, “la oveja Hernández”, entre tantos y tantos argentinos que se acercaron para brindar su aliento, el amor compartido, y por supuesto, sus aplausos de pie por varios minutos…
Otro de los momentos intensos, vibrantes de una noche memorable, y que quedará grabado amorosamente en nuestras retinas, se produjo cuando Juan Martín colgó su vincha-la “de la pipa”- sobre la red y luego la besó…
La ovación no se hizo esperar….
¡¡¡Olé, Olé Olé Delpoo, Delpoo, Delpoo!!!
Y qué difícil decir Adios…Con estas palabras Juan Martín del Potro se despidió de sus seguidores:
“Son esos días que voy a recordar para toda mi vida. Todavía no encontré un lugar en el que sea más feliz que acá adentro…Y por eso quería jugar acá…Al torneo lo veía por tele y no encontré mejor lugar para hacerlo que acá…Es la primera vez que mi mamá me ve jugar…Creo que he cumplido todos los sueños con el tenis, lo más difícil de lograr no es un trofeo, no es el ranking, es el amor y el cariño de la gente. Y creo que lo logré, y me lo llevo en el corazón”.
¡Hasta siempre Querido Delpo!
¡Gracias por tanto!
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