El Jefe de Gobierno porteño reunió a la cúpula de la Policía de la Ciudad en el Centro de Monitoreo Urbano de Chacarita y enfatizó la necesidad de erradicar cualquier acto de corrupción dentro de la fuerza. Cuatro de los seis evadidos aún continúan prófugos.
En respuesta a la fuga de detenidos ocurrida en la Alcaidía 6A de Caballito, Jorge Macri encabezó una reunión con la cúpula de la Policía de la Ciudad para evaluar lo sucedido y exigir medidas concretas contra el personal que incurra en irregularidades. Durante el encuentro, que tuvo lugar en el Centro de Monitoreo Urbano de Chacarita, el mandatario porteño remarcó la importancia de mantener un accionar íntegro dentro de la fuerza y aseguró que no habrá lugar para quienes “manchen el uniforme”.
Macri estuvo acompañado por la vocera del Gobierno porteño, Laura Alonso; el ministro de Seguridad, Waldo Wolff; el secretario de Seguridad, Ezequiel Daglio; el Jefe de la Policía, Diego Ariel Casaló, y otras autoridades de la fuerza. En la misma línea, el encuentro sirvió para delinear estrategias que fortalezcan el control interno y eviten hechos similares en el futuro.
La fuga, que ocurrió el domingo por la tarde en la dependencia policial ubicada en avenida Díaz Vélez al 5100, tuvo como protagonistas a seis detenidos con prisión preventiva que aprovecharon un descuido del personal para escapar en un taxi. Dos de ellos fueron recapturados, mientras que los cuatro restantes son intensamente buscados por la Policía de la Ciudad en un operativo que se extendió al conurbano bonaerense.
Durante la reunión, Wolff subrayó la gravedad de lo ocurrido y dejó en claro que habrá sanciones para los responsables: “El personal que estaba en la alcaidía de mínima cometió graves negligencias y de máxima está sujeto al secreto del sumario a investigación y en los próximos días se va a dilucidar. Hasta que se compruebe lo contrario no es una fuga. Cuando hay negligencia o complicidad no es fuga porque alguien les permite que salgan”.
Asimismo, el ministro destacó que el problema del alojamiento de detenidos en comisarías es una herencia de la gestión anterior y que el Gobierno actual está trabajando en soluciones estructurales. “El año pasado tuvimos 35% más de detenidos. Estamos trabajando para resolverlo y esperando que esté terminada la cárcel de Marcos Paz para trasladarlos”, añadió.
El episodio volvió a poner sobre la mesa el debate sobre la sobrepoblación en comisarías y la necesidad de contar con espacios adecuados para la detención de personas con prisión preventiva. En tanto, la administración porteña aseguró que continuará reforzando los controles y exigirá mayor responsabilidad a la fuerza para evitar hechos similares.
El Gobierno de la Ciudad busca dar un mensaje claro: la lucha contra la corrupción dentro de la Policía de la Ciudad será una prioridad, y aquellos que no cumplan con los principios de honestidad y compromiso serán apartados. En este sentido, se espera que en los próximos días se anuncien nuevas medidas para fortalecer la seguridad interna y evitar que se repitan situaciones como la de Caballito.
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