noviembre 24, 2024
Salud

Identifican mecanismos que regulan el dolor agudo en un modelo experimental

El trabajo de especialistas del CONICET busca facilitar el desarrollo de nuevos tratamientos analgésicos para diferentes condiciones.

Un conjunto de mecanismos que a nivel molecular regulan el dolor agudo fue descrito por especialistas del CONICET en un modelo experimental. El estudio se publicó en la revista Pharmaceuticals.

“Conocer los mecanismos que a nivel molecular regulan el dolor agudo que afecta a una gran cantidad de pacientes en diversas condiciones es clave para desarrollar a futuro herramientas farmacológicas específicas y proporcionar terapias adecuadas. Nuestro estudio preclínico va en esa dirección”, afirma Carina Weissmann, una de las directoras del avance e investigadora del CONICET en el Instituto de Fisiología, Biología Molecular y Neurociencias (IFIBYNE, CONICET-UBA), con sede en la ciudad de Buenos Aires.

Mediante el empleo de múltiples técnicas de laboratorio, el equipo del IFIBYNE comprobó el aumento de los niveles de una proteína llamada ASIC1 en un modelo de ratón de dolor agudo.  Su incremento se registró en las vías del dolor que involucran nervios, ganglios, médula y regiones del cerebro que interpretan esa sensación tan molesta.

“Se sabía que el grupo de proteínas ASIC están involucradas en las funciones de aprendizaje y memoria, en la transmisión entre las neuronas y en otras funciones como la sensación de dolor”, destaca Osvaldo Uchitel, director del trabajo e investigador del CONICET en el IFIBYNE. Y agrega: “Ahora, nuestro trabajo destaca el importante papel de ASIC1 en el dolor agudo y el potencial papel de posibles tratamientos farmacológicos dirigidos a este blanco terapéutico”.

Los autores y las autoras del estudio también descubrieron que una molécula, denominada miR-485, regula los niveles de ASIC1. Asimismo, constataron que el incremento de ASIC1 activa un conjunto de reacciones o también llamada vía ERK que por estudios previos se sabe está asociada al dolor. “Cuando aplicamos un bloqueante contra ASIC1, observamos que se inhibe la vía ERK, una vía que venimos analizando y sobre la cual publicamos varios trabajos”, afirma Carina Weissmann.

“Por otra parte, a nivel de síntoma, la inhibición de la proteína ASIC1 induce un alivio del dolor agudo en los modelos experimentales”, indica Natalia Gobetto, primera autora del estudio y becaria posdoctoral del CONICET en el IFIBYNE.

El equipo de especialistas del CONICET también se encuentra realizando estudios para determinar el papel de la proteína ASIC1 en ratones modelos de la enfermedad de Fabry. En esta patología, clasificada como “rara” por su baja frecuencia, además de complicaciones renales, cardíacas y de otro tipo, los y las pacientes experimentan crisis de dolor.

“Así como en nuestro grupo realizamos estudios de ciencia básica y preclínicos que arrojan luz sobre condiciones neurodegenerativas como la Esclerosis Lateral Amiotrófica, Huntington y otras, hace años decidimos entrenarnos en el estudio del dolor con la esperanza de poder contribuir al desarrollo de estrategias terapéuticas novedosas para su tratamiento”, concluye Uchitel.

Del estudio también participaron Libia Catalina Salinas Castellanos, Natalia Estefanía Contreras, Georgina Oriana Mingolo Malnati y Mayra Micaela Montes, del IFIBYNE; Alejandro Omar Sodero, investigador del CONICET en el Instituto de Investigaciones Biomédicas (BIOMED, CONICET-UCA), y Damián Alejandro Cambiagno, investigador del CONICET en la Unidad de Estudios Agropecuarios (UDEA, CONICET-INTA).

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