Era querido por sus pares y por el público que lo acompañó en cada una de sus presentaciones. Fue primero la televisión y luego el cine y el teatro los que le abrieron sus puertas, y en todos se destacó interpretando diversidad de papeles, tanto en comedias como en dramas.
Siempre mostró su excelencia como actor y su calidad como ser humano.
Casado durante 44 años con la actriz Marzenka Novak, su fallecimiento fue un durísimo golpe para él, derrumbando su ánimo y debilitando paulatinamente su corazón.
Lamentablemente, un accidente casero seguido de coronavirus, lo llevó a un paro cardíaco del que no pudo reaccionar y, a los 77 años lo alejó para siempre de su público, en una gira sin final.
Despidámoslo como se merece, con un fuerte y sostenido aplauso!
Hoy, para recordarlo extraemos de nuestro archivo, esta nota en la que rememoró sus inicios:
La primera experiencia teatral fue fallida: “estaba en sexto grado – cuenta- y debía recitar parte del Martín Fierro. Pero me atraganté con semillas de girasol, comencé a toser y a enrojecer. Fue un día de terror”.
Nacido en Lanús, Hugo Arana no tuvo adolescencia fácil: reprobado en los tres primeros años del secundario en la mayoría de las materias, de resultas en lo cual decidió abandonar las aulas “por incompatibilidad”, después hizo de todo: fue cadete de zapatero y empleado de fábrica.
Recién a los 21 años tropezó con un anuncio adherido a una pared de San Telmo: Hágase actor”, rezaba.
El día de su cumpleaños se inscribió. Desde entonces, nunca abandonó las tablas.
Interpretó todos los papeles imaginables. Pero el éxito llegaría de sorpresa: alguien lo recomendó al director Juan José Jusid, uno de los grandes del cine publicitario, para una serie de filmes promocionales de un vino muy famoso de la época.
Corría la década del 70 y la competencia entre las bodegas era muy fuerte. En el quinto, exactamente, su esposa en la ficción le daba la grata nueva de su futura paternidad por medio de unos escarpines que sus dedos hacían deslizar entre candorosos mohines. Arana se emocionaba hasta las lágrimas y los televidentes, desde el otro lado de la pantalla, hacían lo propio.
Acaparador de premios, impagable comediante en “Matrimonios y algo más” de la mano de Hugo Moser, brillante actor de “Los Tres Mosqueteros” y “Cyrano de Bergerac”, Arana recorrió el mundo con éxito.
Crecido y ya maduro, no puede dejar de recordar aquel comienzo inolvidable con el par de escarpines de ese bebé que, haciendo honor a la tradición, traía un pan bajo el brazo.
Por Marta Victory exclusivo para AMEP