11 de noviembre, 2021
“La Mocha” (Unidad de Gestión Educativa Experimental No. 16) es una escuela secundaria gratuita, fundada en el 2011, es decir hoy cumple 10 años, con la misión de promover la inclusión de personas trans/travestis en la educación formal para subsanar la discriminación estructural que enfrentan. Nace del cruce del activismo travesti/trans y la tradición educativa de los bachilleratos populares. La Mocha forma líderes que potencian el movimiento trans y promueve la integración en la fuerza laboral. La pandemia lxs dejó sin edificios. Funcionaron un tiempo en la Facultad de Ciencias Sociales, pero ya no pueden seguir ahí y las complicaciones económicas se acrecienta día a día, es por eso que La Mocha acepta colaboraciones.
Mocha
Celis fue una travesti tucumana que trabajó con Lohana Berkins en la zona de
Flores, en la Ciudad de Buenos Aires. Fue asesinada de tres tiros, se cree que
por la policía, en una situación aún no esclarecida. Mocha no sabía leer ni
escribir. Cuenta Lohana: “Cuando estábamos en los calabozos había otra trava
súper erudita, y yo le dije: ‘Aprovechemos que estamos adentro y enseñale a
Mocha. Pero hacelo de manera que ella no se sienta menos’ ”. Mocha murió sin
poder terminar el secundario.
“La
Mocha” cuenta con más de un centenar de estudiantes cada año, de entre 16 y 60
años. Es una escuela no exclusiva: también asisten personas no trans, pueden
ser LGBTI, afrodescendientes, migrantes, madres solteras… Reclutamos
estudiantes activamente en los lugares de concentración de personas trans (hoteles,
zonas de trabajo, entre otros). En Argentina, las personas travestis/trans
experimentan un círculo de discriminación – violencia – exclusión – falta de
opciones – vulnerabilidad que termina en una expectativa de vida de 40 años.
Buscamos revertirlo.
Fue la primera escuela trans en el
mundo. Inspiró la creación de programas similares en Tucumán (Norte Argentino),
Brasil, Costa Rica, y Chile. Fomenta la inserción laboral con talleres como
Proyecto Formativo, Entrenamiento Laboral, Orientación Ocupacional y Derechos
Laborales. Genera talleres de formación en oficios, y otros que aumentan la
autoexpresión y el autoestima. Les estudiantes de la Mocha pasan a ser
productores de conocimiento y sentido.
“La Mocha” produjo dos libros (“La
Revolución de la Mariposas” con el Ministerio Público de Defensa y “Travar el
Saber” con la UNDAV, Universidad de Madres de Plaza de Mayo y UNLP); un
documental titulado “Mocha” y estrenado comercialmente en América Latina y
Europa; una muestra fotográfica en conjunto con el Archivo de la Memoria Trans;
obras de teatro, cortos documentales, recitales de poesía y festivales.
Desde el 2014, 5 cohortes de
egresades recibieron su título de Perito Auxiliar en Desarrollo de las
Comunidades, permitiendo dar continuidad a su formación académica en cualquier
universidad del país. Varies egresades han ocupado puestos en dependencias
públicas (Ministerio Público Fiscal, Superintendencia de Seguros de la Nación,
Ministerio de Transporte, Banco Provincia, Gobierno de la Ciudad de Buenos
Aires, Ministerio de Desarrollo Social) y en empresas privadas.
Les estudiantes han bautizado a la
Mocha Celis como “la escuela ternura” por brindar un espacio de amor, cuidado y
contención. Esto nos motiva y a la vez implica un esfuerzo continuo de parte
del equipo.
DONÁ
La cuarentena obligatoria deja a una gran
cantidad de compañerxs travestis-trans en una situación de inminente riesgo y
si bien el despliegue de asistencia por parte del Estado nacional existe, no
está llegando a la población travestis-trans, y por eso nos estamos haciendo
cargo.
A
través de un sistema que armamos en los primeros dos días de confinamiento,
estamos respondiendo a las necesidades de la población trans más vulnerable.
Documentamos el funcionamiento del sistema que ya atiende otras necesidades
(médicas, de contención psicológica y emocional, etc.). El mecanismo es: Una
coordinadora releva la situación de cada compañerx y la anota en un mapa,
donde también se anotan lxs voluntarixs, para poder hacer un “match”
geográfico. Con ello, se pone en contacto a ambas partes. Lxs voluntarixs nos
ayudan a hacer el seguimiento a su(s) compañerx(s), conociendo sus necesidades
a futuro de comida, medicamentos, etc.
Con
esta red, sin violar el protocolo de cuarentena, muchas personas que no
conocían la situación de pobreza y vulnerabilidad extrema de las personas
trans, pueden conocerla y por eso la red es una oportunidad para generar
vínculos efectivos, sociales y una oportunidad para hablar sobre los derechos
humanos de los colectivos LGTBIQ+. Se trata en medio de este aislamiento, de
tejer redes vinculares y afectivas que a futuro nos permita repensar y profundizar
las políticas públicas y la gestión de nuestras organizaciones sociales.