El locutor y conductor, se despidió de sus oyentes y equipo, en su último programa de radio y dijo: “Se hizo el silencio de la despedida”.
“Hetitor”, el legendario animador, conductor y musicalizador radial cerró su último programa diciendo: “¿Saben qué es lo único que falta y lo mejor que podría suceder ahora? ¡Que cante Gardel!”.
Luego de 60 años de trayectoria, Héctor Larrea, se despidió este miércoles al conducir por última vez “El carromato de la farsa”, programa que se emite en dúplex por Radio Nacional y Radio Nacional Folklórica.
Como era de esperarse, con un todo de plena emoción, Larrea,a la altura de las circunstancias, comentó: “Se hizo el silencio de la despedida” y, con el oficio y la gracia que lo distinguen, dijo: “¿Saben qué es lo único que falta y lo mejor que podría suceder ahora? ¡Que cante Gardel!”.
El tango “Golondrinas” acompañó su adiós. Antes y con el mismo espíritu, el también hacedor de Gardel por Larrea (que se despidió el domingo pasado) había anticipado su idea de final de trayectoria: “Gardel por todos. Cierra Gardel y después de Gardel nadie habla más nada”. La pieza de 1934 que el Zorzal creó junto a Alfredo Lepera coronó además el tradicional espacio que el locutor dio en sus populares ciclos al género tanguero, que en Nacional llevó por título “Tangópata” y que completó su habitual serie de cinco títulos con “Volver”, “Pan”, “El día que me quieras” y “Sus ojos se cerraron”.
En su última emisión radial, comenzado a las 14 horas, el animador de 82 años comenzó su despedida recitando “Quinta luna”, de José Pedroni, y sostuvo: “Esto es una maravilla. Bendito sea este día. Celebremos la vida”.
A manera de homenaje a quien es una verdadera leyenda de la radiofonía argentina, se escucharon las voces grabadas que lo saludaron, hubo una presencia del director de la emisora pública, Alejandro Pont Lezica, quien le anunció la confección de “un archivo Larrea” en la web de la radio. Horas antes del comienzo del ciclo, sus compañeros de la Nacional le obsequiaron la luz de aire, todo un símbolo del oficio radial que Larrea ejerció con maestría y responsabilidad.
Larrea estudió Locución en el Instituto Superior de Enseñanza Radiofónica (ISER) y tuvo como expresión más contundente el programa Rapidísimo, que desde 1967 y por 30 años engalanó el éter de El Mundo, Continental y Rivadavia convirtiéndose en un emblema de la radiofonía nacional.
Larrea dio la noticia de su retiro en su propio programa el 13 de noviembre pasado: “Quiero decirles que ayer, luego de un encuentro interesante con mis médicos, con mi psicóloga y mis familiares y amigos más cercanos, resolví ponerle fin a esta carrera de 60 años, el 31 de diciembre”, anunció.
Hace un tiempo, en diálogo con Página 12, Larrea explicó: “Hacer radio es como respirar para mí. Pero no sé si voy a seguir el año próximo. No puedo saberlo. ¿Viste cómo somos los viejos? De pronto nos caemos y chau. No pasa nada. Nada es muy importante. Me cuido de la melancolía porque me puede atrapar y hacer daño. Soy terriblemente melancólico. Creo que ese sentimiento viene de la muerte de mi viejo. ¿Viste que siempre hay un hecho en la vida que te atraviesa para siempre? Yo creo que ese hecho fue la muerte de papá”.