El 20 de mayo de 2010, hace diez años, regresaba la histórica Veleta de Caballito a su barrio. Fue solo en calidad de visita y por pocos meses. Cumpliendo el acuerdo con el Museo de Luján, sitio donde se encuentra actualmente, fue en calidad de préstamo y antes de que finalizara el año 2010, fue devuelta.
Recordamos el texto que publicara “Horizonte la Revista de Caballito” hace diez años:
En 1925 el caballito de latón emprendió un viaje hacia Luján. Le costaba mantener el galope. Le costaba alejarse de su barrio, ese al que le dio el nombre.
Arribado a la ciudad bonaerense, supo que su nuevo hogar sería un museo. Allí, en el Museo de Luján, estuvo protegido, casi mimado. Compartió la sala con otro emblema: “La Porteña”. La negra y rugiente locomotora descansa de tantos andares en el viejo Ferrocarril del Oeste.
El caballito también descansaba de sus largos días a la intemperie, girando y girando orientado hacia la Sudestada o el Pampero.
Los dos tenían mucho en común. El caballito por haberle dado nombre a un barrio; la locomotora por haber oficializado ese nombre con una estación, parada obligada en su trajinar.
Los dos extrañaban un poco. Extrañaban ese verde, casi infinito, que coloreaba el viejo barrio.
El caballito había contemplado desde la altura el crecimiento de su terruño. Primero estuvieron las quintas y las pulperías, las mismas que lo albergaron en tres esquinas diferentes. Era un cartel publicitario que perduraba en el tiempo. Esa permanencia reforzó el nombre: Caballito.
Luego vio aparecer los palacetes que se abrieron paso sobre Rivadavia, dándole esplendor y lujo. Más tarde, fue testigo de los loteos y el crecimiento, aquí y allá, de las casonas y las casas chorizo, esas que poblaron Caballito con una clase media pujante.
Hoy, el caballito será recibido por un paisaje diferente, poblado por edificios altos, parques que aún no existían cuando dejó el barrio, y una amplia zona comercial que apenas comenzaba a perfilarse en aquel entonces.
El caballito estuvo 104 años recortado en el cielo caballitense. Pasaron 85 años desde que galopara lejos de su barrio. Hoy, el caballito vuelve.
Vuelve porqué su lugar está en el barrio al que le diera nombre. Vuelve porqué los vecinos lo demandan.
Vuelve también porque dieron sus frutos las múltiples gestiones realizadas ante dependencias gubernamentales, de distintas administraciones. Fueron muchos los escollos a vencer, pero al fin el caballito estará en su barrio.
El Museo de Luján fue autorizado por el Gobierno de la Provincia de Buenos Aires, a ceder en préstamo la Veleta Histórica. El GCABA, a través del Ministerio de Cultura, la Dirección General de Museos, el Museo de Esculturas “Luis Perlotti” y el CGPC 6, acordaron el traslado, los gastos de seguro y la custodia de la Veleta.
Por eso, a partir del jueves 20 de mayo de 2010 a las 14.30 , la veleta estará expuesta en el Museo “Luis Perlotti”, Pujol 644.
Allí podremos ver a ese emblema, y estar orgullosos de ser el único barrio de la ciudad de Buenos Aires que puede mostrar el objeto que le diera nombre.
Lejos han quedado los años de reclamos y gestiones, hoy todos los que participamos en aquellos días podemos decir: ¡Misión cumplida!
En nombre de los vecinos de Caballito: ¡Gracias!, y festejemos juntos el tan ansiado regreso.
Ya pasaron diez años de aquella visita que nos hiciera la Veleta. El próximo mes de febrero el barrio de Caballito festejará sus 200 años, y es el anhelo de todos los vecinos caballitenses tenerla nuevamente en casa.