noviembre 22, 2024
Interes General Sociedad

GANAR O MORIR: EL TALÓN DE AQUILES DE LOS DEPORTISTAS QUE AFECTA SU VIDA PROFESIONAL Y PERSONAL.

La presión tanto interna como externa por obtener los mejores resultados cumplen un papel decisivo en lo emocional. Los errores, las lesiones, y otros factores echan por tierra las posiciones y logros alcanzados. 

 

Por Marcela Vazquez

 

Es 4 de octubre de 2020, el ensordecedor ruido de motores irrumpe en el autódromo Oscar y Juan Gálvez de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, durante la disputa de la tercera serie de la quinta fecha del Turismo Carretera. “Esta serie la está ganando Juan Martín”-el relator anuncia la última vuelta- “Trucco tiene doce podios, nunca el escalón más alto. Cuatro veces terminó segundo, ocho veces terminó tercero”. Mientras tanto, las imágenes muestran a su motorista, Fabián Giustozzi, con un barbijo negro, levanta sus lentes para secarse las lágrimas.

Gentileza Juan Martín Trucco

Juan Martín Trucco, de 33 años, baja del Dodge color rojo, con diseño de los años 70 como todos los de la categoría. Rápidamente se acercan los periodistas de la ACTC: “Ayer lo dije muy bien, tengo un auto brillante”. Dirá después, el mejor que manejó en su vida. “Ayer me emocioné porque cuando uno anda bien todos festejan, pero cuando anda mal, el piloto se come todo y es duro salir adelante. Le mando un saludo a mi psicólogo Marcelo Roffé”. El terapeuta hace años trabaja con él y lo ayuda a enfrentar las presiones de la disciplina, lo que mejora su calidad de vida en lo profesional y lo personal. “Lo que hay que hacer es transformar las amenazas, las presiones, en motivaciones”, dijo Roffé para la revista Miradas.

Gentileza Juan Martín Trucco

El corredor es oriundo de Tres Algarrobos, localidad bonaerense ubicada a casi 500 kilómetros de la ciudad de Buenos Aires, donde vive actualmente el piloto. Cuando tenía un año su familia se mudó a Lincoln, y en esa ciudad, a los 6 años, comenzó su carrera deportiva manejando kartings. Al poco tiempo regresó a su pueblo donde continuó con su carrera, y años después, a los 17, comenzó a correr en autos a nivel nacional.  “Vivo de ser piloto de Turismo Carretera, obviamente con muchas presiones, indirectas y propias, para que las cosas salgan bien, para retribuir a la gente que me acompaña con buenos resultados”, dice Trucco para @El Post, y agrega: “Contar públicamente cómo fue el proceso, en el que se sufre y se pasa mal, es importante”. Además, le sirvió como desahogo.

 

Hay una rama de la psicología que se dedica a trabajar con deportistas de alto rendimiento. “Tanto quienes practican deportes colectivos o individuales viven la problemática de la misma manera, sienten la misma presión”, dice Sebastián Mendelsohn, psicólogo en deporte. Las consultas que reciben son en su mayoría de deportistas que necesitan ayuda para manejar la concentración, las frustraciones, el liderazgo, las presiones y las inseguridades que necesitan resolver. Preguntas y cuestionamientos tales cómo “por qué estoy en el banco”, “por qué no me sale el tiro que quiero que me salga”, “por qué perdí un torneo que creía que tenía que ganar”, “por qué no soy titular”, son algunas recurrentes a tratar, y explica que se ayuda al paciente analizando los síntomas y tratando de descubrir las causas y trabajar sobre ellas, mediante charlas y ejercicios, sobre la fijación de objetivos de rendimiento concretos y posibles. “La palabra es muy importante en estos casos”, afirma el psicólogo. Las presiones externas a veces se presentan de forma tácita, como la de los dirigentes de los clubes, los sponsors, los representantes, los hinchas. Están también las económicas, ya que los buenos resultados se traducen en incentivos o retribuciones mayores.  Son presiones personales, pero “que tienen carga del otro”, dice Mendelsohn.

Gentileza Sebastián Mendelsohn

Cuando Messi toma la decisión de renunciar a la Selección Argentina, recuerda el terapeuta, el futbolista se culpó: “yo no puedo con esto, esto no es para mí”. Pero, dice, es la misma presión y el nivel de exigencia el que le permite al deportista estar en determinado lugar. Por ese motivo, no se lo tiene que ver como algo totalmente nocivo, salvo que se pase de los límites de lo natural o normal.

La ex tenista argentina María Emilia Salerni fue finalista en el año 2000 en Roland Garros, ganadora de Wimbledon, lo que la consagró como número 1 junior de tenis femenino y participó de los Juegos Olímpicos de Sidney.

Gentileza María Emilia Salerni

Consultada para esta nota, la jugadora considera que no se encontró exenta de las presiones. Hoy, a los 37 años, desde su casa de San Francisco en Córdoba, recuerda el momento en el que comenzó a competir en Europa y en Sudamérica. El entrenamiento era cada vez mayor, todos los días un promedio de seis horas por día. Para trabajar la parte mental tuvo que recurrir a un psicólogo deportista. “En cuanto a las presiones por los resultados, la presión de los medios y la que uno mismo se genera por querer ser o demostrar se lidia a diario”, dice Salerni. Su psicólogo la ayudó a enfocarse sobre alguna situación particular de partido o torneo y en general cómo manejar la ansiedad y todos los tipos de presiones. Todo se trabaja y se prepara para poder afrontarlo. En su carrera, dice, “a veces lo tomé como algo natural, pero en otras ocasiones debí trabajarlo para poder controlarlo lo mejor posible”.

Gentileza María Emilia Salerni

El tandilense Marcelo “Negro” Gómez, con 30 años de entrenador de tenis critica el resultadismo actual. Él se dedica al tenis de competición y lo hace en el club UNCAS. “El tenis es competitivo, es individualista, forma carácter”, dice Gómez. Formó a tenistas muy reconocidos como Juan Martín del Potro, Pico Mónaco y Mariano Zabaleta.

“La preparación mental se realiza en la cancha, la cabeza tiene que trabajar todo el tiempo. Si los chicos necesitan ayuda psicológica durante la competencia Claudio Sosa trabaja con nosotros, que es un psicólogo deportivo que también es profe de tenis”, explica Gómez. Las presiones en el deporte de alto rendimiento siempre están presentes. Los entrenadores de su escuela observan a sus alumnos en las competencias y los apoyan y acompañan en relación a las presiones. Si bien les está vedado darles indicaciones durante el partido, en la preparación tratan de decirles que el enfoque sea tenístico, trabajar sobre jugadas y no sobre sentimientos, porque las presiones sacan de lo que pasa en ese preciso momento y llevan al futuro.

“Nosotros en la Argentina estamos acostumbrados a que, si no sos número 1 no existís, yo eso no lo comparto, no es ganar o morir”, afirma el entrenador.” Luego de la derrota o el triunfo hay que seguir trabajando, termina un partido y empieza otro”, concluye.

 

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