Una enorme convocatoria en el Polo Científico reunió a integrantes y defensores del sistema científico y tecnológico para movilizarse en contra de los recientes dichos de uno de los candidatos presidenciales, que se había manifestado a favor de disolver el Ministerio de Ciencia y privatizar el CONICET. Fuertes consignas en torno a la defensa de la ciencia y como herramienta clave para la soberanía nacional.
Por Nicolás Camargo Lescano (Agencia CTyS-UNLaM)-
Como hace ocho años, la explanada del Polo Científico Tecnológico, en el barrio porteño de Palermo, se volvió a llenar de autoridades de la ciencia y la tecnología, investigadores, becarios, tecnólogos y docentes para una nueva movilización y marcha. ¿El motivo? El mismo que el de años atrás: un fuerte y rotundo rechazo a las intenciones de un candidato presidencial, esta vez Javier Milei, a privatizar el CONICET y disolver el Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación.
Entre las autoridades estuvieron presentes el titular del MINCyT, Daniel Filmus; la presidenta del CONICET, Ana Franchi; el presidente de la Agencia Nacional de Promoción de la Investigación, el Desarrollo Tecnológico y la Innovación (I+D+i), Fernando Peirano; la presidenta de la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA), Adriana Serquis; y el ex presidente del CONICET y actual titular de la empresa Y-TEC, Roberto Salvarezza, además de reconocidos científicos e investigadoras de diversas disciplinas y campos del saber.
“Quienes integramos y trabajamos en esta gran comunidad de la ciencia y la tecnología argentina vamos a impedir que triunfe este modelo privatizador neoliberal que propone este candidato. Proponemos a la ciencia como herramienta clave para la soberanía nacional. Y vamos a estar a acá, día a día, hasta octubre, militando y marchando, para dar vuelta este escenario adverso”, afirmó Salvarezza.
“Se necesita el apoyo del Estado y del CONICET desde los primeros momentos de los procesos científicos, cuando la ciencia tiene que ser creativa e innovadora para ofrecer soluciones a las problemáticas de la comunidad. Nuestra institución, como entidad y como espacio para la promoción de la ciencia, tiene que sobrevivir, por todos los aportes que realiza luego a la sociedad”, destacó, por su parte, Gabriel Rabinovich, investigador del CONICET y flamante líder y Asesor Científico de GALTEC, una empresa de base tecnológica que tiene entre sus objetivos principales desarrollar productos terapéuticos, buscando manipular el funcionamiento del sistema inmune frente a distintas enfermedades.
«En el campo de las energías, hay mucha gente trabajando de sol a sol, en cada rincón del país. Gente talentosa que le pone pasión a lo que hace. Necesitamos a la ciencia y a la tecnología como herramienta de soberanía», subrayó, a su vez, Serquis, titular de la CNEA, quien, además, ponderó y ratificó la importancia de que el Estado pueda apoyar y financiar en líneas de investigaciones científicas de distintos campos y áreas.
Por su parte, Celeste Saulo, actual presidenta del Servicio Meteorológico Nacional y, desde el próximo año, primera mujer en ser presidente de la Organización Mundial de Meteorología, aseguró que “no se puede discutir la ciencia, la salud, las obras públicas. Somos muchos los que pensamos que no se puede volver atrás, a las épocas de privatizaciones y de poco apoyo o financiación del Estado”.
Además, Saulo alertó del carácter de negacionismo del cambio climático de algunos de los candidatos presidenciales, puntualmente el caso de Javier Milei. “¿Cómo garantizar a las generaciones que vienen un planeta más justo? Mediante la lucha, mediante la movilización y la convocatoria para seguir combatiendo al cambio climático y a las ideas que niegan que exista este fenómeno”, concluyó.
Aportes colectivos y una lucha que no cesa
En la semana, Ana Franchi, titular del CONICET, había destacado, en Radio Universidad, la importancia de uno de los principales organismos de ciencia y tecnología del país.
“Si te puedo decir algunos hitos del CONICET, estamos por sacar las baterías fabricadas y diseñadas en Argentina; tenemos las semillas que pueden crecer con 30 por ciento menos de agua, que la tenemos con la empresa Bioceres, que cotizan en la Bolsa de Nueva York; hay distintos tratamientos oncológicos desarrollados acá; investigadores de diversas problemáticas sociales; trabajamos en tecnología agraria y podría seguir muchísimo más”, puntualizó.
La directora del CONICET, en la entrevista radial, también resaltó el trabajo que se realiza con empresas privadas, al señalar que ese vínculo “no solo genera ingresos de divisas al país, sino que se reemplaza mucha importación”. “Esto genera más puestos de trabajo especializado. La fábrica que hizo los barbijos, por ejemplo, tomó más de 100 personas y abrió otra planta en Bella Vista. Y ahora están trabajando con otros productos también asociados con investigadores nuestros”, argumentó.
“Pensar que podemos desarrollarnos sin ciencia y tecnología es completamente absurdo”, concluyó la investigadora y funcionaria.
