La Ciudad Autónoma de Buenos Aires se vistió de fiesta para celebrar las cuatro décadas de democracia en Argentina. Un festival lleno de actividades culturales, charlas y un espectáculo multimedia frente al Cabildo convocó a una multitud en Avenida de Mayo y Plaza de Mayo. La jornada estuvo marcada por la presencia de reconocidos artistas y personalidades, así como por reflexiones sobre la importancia de la democracia en diferentes ámbitos.
La Ciudad se sumergió en un ambiente festivo para conmemorar los 40 años de democracia en Argentina. El centro porteño fue escenario de un multitudinario festival que reunió a miles de personas en Avenida de Mayo y Plaza de Mayo. Con actividades culturales, charlas y un espectáculo multimedia, la celebración fue un reflejo de las transformaciones y logros de estas cuatro décadas de gobierno democrático.
Desde tempranas horas de la tarde, una pequeña multitud se fue congregando en la zona del microcentro porteño para ser parte de este evento histórico. La música y las voces de los asistentes reemplazaron los sonidos habituales del tránsito en Avenida de Mayo, mientras equilibristas, acróbatas y músicos brindaban breves presentaciones para el disfrute de los transeúntes. La jornada prometía ser un encuentro vibrante de arte, ideas y reflexiones que abarcarían los acontecimientos más significativos de las últimas cuatro décadas.
A lo largo de la tarde, la zona se convirtió en un escenario vivo donde la Ciudad Autónoma de Buenos Aires exhibía sus políticas de gestión y daba espacio a debates sobre cultura y medios de comunicación. Organismos públicos presentaron sus propuestas y personalidades destacadas de la cultura y los medios se sumaron a las conversaciones en gazebos dispuestos para tal fin. La presencia de referentes y expertos en distintos ámbitos enriqueció el intercambio de ideas y permitió reflexionar sobre el rol de la cultura en la consolidación de la democracia.
El epicentro de la celebración fue la Plaza de Mayo, frente al imponente Cabildo, donde se montó el escenario principal. Entre banderas celestes y blancas, un centenar de artistas y acróbatas volaron sobre el público, suspendidos en cuerdas, mientras que bailarines danzaban con gracia y destreza sobre la plataforma central. El espectáculo multimediático, bajo la dirección de Ricky Pashkus y Pichón Badinu, cautivó al público con proyecciones audiovisuales mapping y una orquesta de 25 músicos en vivo.
Grandes figuras de la cultura argentina, como Moria Casán, Mario Pergolini, Hilda Lizarazu, José María Muscari y Flor Vigna, se sumaron al espectáculo, aportando su talento y carisma. Más de 40 bailarines aéreos deslumbraron con sus acrobacias, creando un ambiente lleno de emoción y magia. La Avenida de Mayo y la histórica Plaza de Mayo se iluminaron con las luces y proyecciones del espectáculo, generando un impacto visual único y cautivador.
Durante la tarde, el festival también ofreció una variedad de actividades para el disfrute de los asistentes. Desde mesas de maquillaje artístico patriótico hasta stands de serigrafía y grabado en vivo, había opciones para todos los gustos. Los foodtrucks y vendedores ambulantes ofrecían diversas propuestas gastronómicas, mientras que un stand de Derechos Humanos brindaba información y promovía la participación en juegos relacionados con la temática.
Las charlas y debates también formaron parte esencial del festival. En uno de los espacios destinados a las conversaciones, referentes de la cultura argentina abordaron diferentes temas relacionados con la democracia. Expertos en periodismo reflexionaron sobre el papel de los medios en el contexto democrático, destacando la importancia de la libertad y el ejercicio crítico. Escritores compartieron sus experiencias y reflexiones sobre cómo la literatura refleja y ha sido moldeada por la dictadura. Directores de cine y actores discutieron sobre el cine como herramienta de memoria y la manera en que la dictadura ha influido en la producción cinematográfica.
El festival por los 40 años de democracia en Argentina fue una ocasión especial para que la Ciudad Autónoma de Buenos Aires demostrara su compromiso con la cultura y la participación ciudadana. Con un enfoque en la historia y los logros alcanzados, este evento resaltó la importancia de la democracia como base fundamental para una sociedad inclusiva y equitativa. A través de actividades culturales, charlas y un espectáculo memorable, se buscó celebrar los avances y generar un espacio de reflexión hacia un futuro mejor para todos los argentinos.
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