3 de abril, 2023
POR
MARIANO NIEVA para APU. Agencia Paco Urondo
Periodista, psicólogo, poeta y catártico escritor, Facu Soto dialogó con Agencia Paco Urondo de Charly Queer. Todavía sigo siendo un anormal (2022), libro editado por Chirimbote donde cuenta, haciendo uso de su archivo personal que consta de notas periodísticas inéditas, cómo García enfrentó las críticas malintencionadas por su sexualidad, por su mirada siempre a favor de la diversidad y las libertades, entre otras cosas. “Siempre digo que me ayudó mucho más a resolver mi elección sexual Charly García que la psicóloga a la que iba cuando tenía 16 años, que trataba de todas maneras de desarrollar mi heterosexualidad.”, reflexionó.
Agencia Paco Urondo: ¿Cómo y cuándo descubrís a Charly García?
Facu Soto: Tengo 50 años y me hice fan de Charly García en 1982 cuando lo vi por primera vez en la televisión presentando el disco Yendo de la cama al living, en el estadio de Ferro. Recuerdo que mi mamá me mandó a apagarla de inmediato, porque no podía digerir lo que estaba viendo. Luego, empecé a escuchar sus canciones y, al año siguiente, fui con mis tíos a la presentación de Clics Modernos (1983), en el Luna Park y aluciné, tenía once años. Por otro lado, empecé a juntar todo lo que salía del músico en distintos medios gráficos que nada tenían que ver con el rock, como TV Guía y Radiolandia, revistas que mi abuela compraba. Incluyendo cuando se bajó los pantalones en 1987 durante un concierto en Mendoza que fue tapa de los principales diarios del país. Es decir, si me enteraba que había alguna nota o crónica sobre Charly en algún medio escrito y entendía que era importante, lo compraba de inmediato hasta 2 o 3 veces, una locura.
«Por fuera de mi pequeño aporte como escritor, el texto está basado en reportajes a García que son incunables y que no se encuentran en Internet».
APU: Recopilación que se terminó convirtiendo en un gran archivo personal sobre el músico. De donde te vas a servir para la construcción de tu libro.
F.S.: Tengo un archivo increíble, es verdad. Son más de 20 carpetas que hace un par de años se me ocurrió compartir y sacar todo ese material en un libro de más de mil páginas. Fotografiando las notas y publicándolas en tamaño grande y a color. Pero era un quilombo, porque había que contactar a los autores, mayormente periodistas, para pedirles permiso y muchos estaban muertos o no contestaban los llamados ni los mensajes. Entonces, desechada esta primera idea me pregunté: “¿qué recorte sobre la figura de Charly me gustaría hacer?”, y la respuesta enseguida la encontré en mi putez. En todo lo que tiene que ver con lo queer, lo alternativo y lo que se sale de los márgenes. Y García es pionero en esto, porque sin serlo, siempre fue acusado injuriosamente de ser gay, cosa que para él nunca fue negativo. Una época en que le cuestionaban el pelo largo o que sea auspiciado por una marca (Fiorucci), lo cual era realmente doloroso para el músico. Por eso y a modo te diría de perfomance, respondió a todas esas críticas bajándose los pantalones y, años más tarde, utilizando maquillajes. Pero siempre abriendo puertas hacia la libertad y la deconstrucción. De esta manera fue que hice el recorte para escribir Charly Queer. Todavía sigo siendo un anormal (2022), un libro que cuenta, además, con el gran trabajo de la editora Nadia Fink.
APU: Imagino que durante el proceso de investigación te habrás reencontrado con un material increíble e inédito.
F.S.: Fue un flash encontrarme de nuevo con cosas que había leído hace mucho tiempo, como un reportaje de la revista HUMOR, que tenía de título “Charly presidente”, escrita por Gloria Guerrero, por ejemplo. Donde todo el tiempo se la pasa hablando de abrir y no ser prejuicioso, temas que él tuvo siempre muy presente. O leer que la noche antes del estreno de los recitales de “Adiós, Sui Géneris”. en septiembre de 1975 en el Luna Park, salió con su Fiat 600 a dar vueltas por la ciudad fumando 15 porros vestido de niña. Por eso creo honestamente que el trabajo que hice es muy importante, ya que por fuera de mi pequeño aporte como escritor, el texto está basado en reportajes a García que son incunables y que no se encuentran en Internet.
URL de Video remoto
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APU: ¿Cuánto hay para la construcción de Charly Queer. Todavía sigo siendo un anormal, de las notas y los reportajes a García y cuanto de tu propia historia?
F.S.: Mucho, por eso lo que hice fue trabajar un poco con mis carpetas de archivo y otro poco con mi pasado. Porque siempre tuve muy presente los dichos de Charly que decididamente alumbraron mi camino. Por lo cual siempre digo que me ayudó mucho más a resolver mi elección sexual García que la psicóloga a la que iba cuando tenía 16 años, que trataba de desarrollar de todas formas mi heterosexualidad. En cambio, Charly me decía: “Sé vos mismo, no hay que tenerle miedo al fracaso” para no caer en una vida infeliz, muchas veces oculta.
APU: Si bien Charly ya venía entregando pistas tiempo atrás, con la canción “No soy un extraño” va a introducir en la lírica del rock, tan solemne hasta entonces, la historia de amor entre dos hombres que en un bar se toman las manos.
F.S.: Claro, y mientras que acá se vivían los primeros momentos de la democracia, Charly, que vivía en Nueva York (EEUU), se dejó atravesar por la apertura gay que había en Greenwich Village. Sabiendo, al mismo tiempo, de los cuestionamientos en cuanto a su orientación sexual y a los cambios en su música que le hacían en Argentina. No te olvides que cuando formó Serú Girán el público le gritaba barbaridades porque seguía esperando canciones con el estilo de Sui Generis. Por eso, y al ver que ahora la homosexualidad está reconocida y aceptada socialmente, me parece justo destacar todo lo que García sufrió y que transformó brillantemente en canciones como “No soy un extraño”, del disco Clics Modernos (1983), que narra, claramente, la historia de una relación homosexual.
APU: “Yo sé que algunos piensan que soy mixto, pero yo tengo personalidad”, dispara García en la letra de “No voy en tren”, Parte de la religión (1987), como queriendo saltar por encima de un cerco binario ¿Coincidís?
F.S.: Totalmente. Charly siempre estuvo copado con la ambigüedad, también por la información que tenía y a la que nosotros accedimos tiempo después. Curtiendo artistas con glamour como David Bowie o The New York Dolls. Por eso, esta idea de un futuro no binario Charly lo vio desde mucho antes a pesar de ser cuestionado por cómo se sentaba o si hablaba de tal manera. Es más, cuando en 1979 cantaba en Serú Girán “Viernes 3 AM”, aquella bellísima canción incluida en el disco La grasa de las capitales, él pensó que la censura impuesta por los militares le cayó por la frase “cambiaste de sexo y de Dios” y no porque el tema cuenta la historia de un suicidio.
Imagen
Foto: Juli Ortiz
APU: Recuerdo que en el Chile gobernado por el dictador Augusto Pinochet, Charly también fue muy maltratado por un sector de la sociedad trasandina.
F.S.: Absolutamente, todo muy bien organizado por la Acción Católica de Santiago de Chile en 1987, quienes repartían volantes que decían algo así como: “No le demos la bienvenida a Charly García por ser homosexual” y hasta lo llegaron a perseguir arrojándole tarros de pintura. Fue primera plana de algunos diarios que conservo. Y que Charly respondió yendo con todos sus músicos a una feria americana de la ciudad a comprarse ropa de mujer, vestirse y salir a pasear por la capital chilena. Imaginate el escándalo que generaron con esa provocación y actitud tan punk (risas)
APU: Me parece que detrás de esa provocación había también un intento desesperado de sacudir estructuras conservadoras y pacatas que alcanzaba también al rock.
F.S.: Comparto lo que decís, y le costó caro todo eso, porque le cancelaron fechas y giras. Volviendo a Clics modernos, un álbum que marcó un antes y un después, fue mal recibido. Lo que para García fue el origen de una depresión muy grande que lo llevó a estar mucho tiempo encerrado en su departamento, sin salir a la calle. Por eso, el siguiente disco, Piano bar, lo grabó en solo 3 días, quería sacar algo rápido y diferente. Información que, además, no está en internet, como por ejemplo el reportaje que le dio a Roberto Petinatto para la revista Libre de agosto de 1984 que me parece fundamental. Por la portada en la que se ve a Charly sentado en un inodoro con los pantalones bajos y por los textos que acompañan la foto: “Mi mujer me quitó el machismo pintándome los labios y vistiéndome de mujer” y “Yo tuve relaciones homosexuales, pero no físicas”. Expresiones muy fuertes de digerir en ese momento para una joven democracia y para una parte importante del rock también.