Fue restaurado el museo a cielo abierto Caminito. Se ha realizado un trabajo de restauración excepcional. La Dirección General de Competencias Comunales y Talleres de la Secretaría de Atención Ciudadana y Gestión Comunal de la Ciudad, se propuso devolverle al museo-paseo la originalidad en que fuera concebido por su creador, Benito Quinquela Martín.
Fue una larga y exitosa tarea que llevó mucho tiempo de trabajo y de investigación. En primer lugar, el objetivo era recuperar la “paleta de colores Quinquela”. El paso del tiempo fue cambiando el color de las creaciones del artista. Seguramente los materiales usados en aquel momento, por la acción de los años, la resistencia a la luz y a los factores climáticos, fueron perdiendo su brillo inicial. En varias oportunidades fueron intervenidos los muros y los colores resultaron diferentes a los originales.
Era una tarea muy compleja restaurar todas las obras con los colores imaginados por Quinquela. Transitando la década del noventa, los colores que presentaban las casas, se alejaban bastante de los originales. En el 2017 se acudió a los archivos documentales y fotográficos. Fueron consultados, incluyendo algunas imágenes publicadas en la revista National Geographic. Después de realizar una investigación muy profunda, alcanzaron a descifrar los famosos colores de “la paleta de Quinquela”.
La responsabilidad partió del Ministerio de Ambiente y Espacio Público, del Museo Benito Quinquela Martín y de la Fundación Proa. Quienes lograron recuperar los colores originales y el esplendor que exhibían cuando fue inaugurado. El museo a cielo abierto, fue abierto al público, en el año 1959. Es una calle de 110 metros de largo. Las casas de los alrededores, también guardan el mismo colorido.
La secretaria de Atención Ciudadana y Gestión Comunal, Julia Domeniconi, así lo expresó: ”Caminito, es mucho más que un paseo público, es un polo artístico y también de desarrollo económico para todos los comercios y feriantes de la Boca, que expresa la identidad de nuestro ser porteño. Esa característica es la que maravilla a quienes lo visitan y por eso es reconocido en todo el mundo”.
El hallazgo de distintas imágenes de la época, entre las que se destacan algunas publicadas por la revista National Geographic en 1959, permitió intervenir y recuperar el patrimonio arquitectónico distribuido a lo largo de los 110 metros del pasaje con la paleta de colores histórica que definía el paisaje a mitad del siglo pasado. Nadie mejor que Víctor Fernández, director del Museo Benito Quinquela Martín, para definir estos conceptos: “La aparición de fotografías de los años 58 y 59 nos permitieron estar seguros de cómo era esa primera apariencia que había tenido Caminito, lo cual no se conocía hasta hace algunos años, puesto que la documentación fotográfica reunida era parcial. Con esa base, se delineó un plano de colores con el mayor rigor posible”.
La restauración estuvo a cargo de la Dirección General de Competencias Comunales y Talleres de la Secretaría de Atención Ciudadana y Gestión Comunal de la Ciudad de Buenos Aires, supervisada por el Museo Benito Quinquela Martín. También colaboraron, el Ministerio de Espacio Público e Higiene Urbana de la Ciudad y la Subsecretaría de Gestión Cultural.
Para la restauración de las construcciones se realizaron trabajos de reparación y pintura de los muros, balcones y fachadas de los conventillos. Por último, Víctor Fernández redondea la idea con esta frase: “El color en Quinquela responde a ciertas convicciones y, si bien él era bastante riguroso con la distribución cromática, a veces la cambiaba. Eso nos dificultó decidir qué tonos usar. Por eso fue muy importante encontrar las imágenes de 1958, que devuelven las primeras distribuciones. En las fotos de 1961, ya hay colores diferentes”.
Por Francisco Grillo
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