A pesar de que el satélite argentino SAOCOM 1B ya está listo para ser enviado al espacio, debió cambiarse la fecha de su lanzamiento. Estaba prevista para estos días, pero hubo una demora en la puesta a punto del vector propulsor Falcon 9 de la empresa SpaceX.
El satélite pasó por todas las pruebas y ensayos a que fue sometido por los 18 profesionales que componen el equipo de la CONAE y el INVAP, que se encuentra en Cabo Cañaveral desde fines de junio. La Fuerza Aérea de los Estados Unidos ha tomado esa decisión para garantizar el éxito del operativo para de colocar en órbita el segundo satélite argentino que completará la Misión SAOCOM. La que está integrada por los dos argentinos, SAOCOM 1A y 1B y otros cuatro de la Agencia Espacial Italiana (ASI) que conforman la llamada constelación de satélites SIASGE (Sistema Ítalo Argentino de Gestión de Emergencias). El SAOCOM 1A, de idéntico diseño al 1B, fue lanzado al espacio en octubre de 2018 y desde entonces está brindando una gran cantidad de informaciones de suma utilidad. Es reconocido a nivel mundial como uno de los más eficientes del mundo en banda L para su radar de apertura sintética SAR polarimétrica. Cuando se coloque en órbita el 1B, completará la constelación, se moverán en tándem, a una altura de 620 km y se complementarán para relevar los múltiples datos que obtendrán, para utilizarlos en mediciones de la humedad del suelo y otras aplicaciones, como derrames de hidrocarburos o cobertura de agua en inundaciones. La Comisión Nacional de Actividades Espaciales (CONAE) informó sobre el aplazamiento de la fecha de lanzamiento por medio del siguiente comunicado: «Este tiempo adicional implica un acercamiento a otros lanzamientos previstos desde esa Base, por lo cual la Fuerza Aérea de los Estados Unidos, encargada de las autorizaciones de los lanzamientos de misiones espaciales desde Cabo Cañaveral, dispuso esta reprogramación».
Por otra parte, la doctora en Ciencias Físicas, Laura Frulla, manifestó que “se trata de un satélite de muy buena calidad, requerido por todo el mundo. No había experiencia en Argentina y muy poca en el mundo por sus características particulares. De hecho, hay solo dos satélites similares, el otro fue desarrollado por una agencia espacial japonesa. Su construcción tuvo un efecto de derrame muy importante, especialmente para INVAP que a partir de este proyecto pudo construir radares meteorológicos para los aeropuertos”. Estos satélites están en condiciones de generar infinidad de datos para aplicarlos a múltiples sectores en forma diaria y continua. La doctora Frulla, lo detalla de esta manera: “Permite identificar la humedad del suelo y en profundidad, dependiendo el tipo de cobertura, y detectar, entre otras cuestiones la fusiariosis en el campo, enfermedad del trigo causada por ciertos hongos descomponedores. Los cultivos afectados por este hongo tienen problemas de calidad comercial e industrial, además de presentar riesgos de desarrollo de micotoxinas».
Aplicaciones (entre otras)
Generar mapas de humedad de suelo, con resolución espacial y área de cobertura disponibles por primera vez en Argentina y en el mundo, para identificar zonas en riesgo de inundación y dar las correspondientes alertas tempranas./ Detectar suelos muy secos con riesgo de incendios./ Producir mapas de riesgo de enfermedades de cultivos./ Evaluar escenarios para la toma de decisiones de siembra y fertilización./ Conocer la cantidad de agua disponible en nieve húmeda para riego./ Obtener mapas de desplazamiento de glaciares. /Elaborar mapas de desplazamiento del terreno y mapas de pendientes y alturas. / Detección de cambios en infraestructura. / Seguimiento de barcos.
Las imágenes generadas se distribuyen a los usuarios de todo el país y del mundo
Cuando el satélite sea lanzado y alcance la altura en que se separe del vector, tomará el control y seguimiento el Centro de Control de Misión de Córdoba, instalado en el Centro Espacial Teófilo Tabanera de la CONAE. Es ahí cuando se inicia el desarrollo de una cantidad de actividades para ponerlo en situación operativa. Una de las prioritarias es el despliegue de la enorme antena. Una vez que se lance y se separe del lanzador, el Centro de Control de Misión de Córdoba, ubicado en el Centro Espacial Teófilo Tabanera de la CONAE, va a tomar el control del satélite. Entonces se van a comenzar a desarrollar una serie de actividades críticas, que abarcarán cerca de 36 horas, como el despliegue de la antena.
Josefina Pérès, Jefa del Proyecto SAOCOM, estará monitoreando desde Bariloche por parte de la CONAE, junto a los técnicos de INVAP. En Buenos Aires, los equipos de CONAE, VENG y GEMA de la UNLP, que participaron en el diseño térmico de la antena. Así nos cuenta Josefina Péres como continúa el seguimiento: “Nuestro trabajo consiste en acortar las distancias con Córdoba y Estados Unidos, brindar soporte a las operaciones, observar y dar continuidad a las primeras actividades o, si fuera necesario, activar un plan de contingencia”. También, en los primeros días, se seguirá al satélite desde estaciones espaciales externas como las ubicadas en: Noruega, Kenia, Antártida, Islas Kerguelen, Lima, Estados Unidos y Argentina.
Péres amplía la descripción de los primeros momentos del SAOCOM 1B en órbita: “Apenas el satélite detecta que se separó del lanzador, despliega automáticamente el panel solar. Entonces lo primero que se hace desde Córdoba es controlar si los paneles están desplegados. En caso de que la operación no se hubiera desarrollado de manera correcta, se envía un comando para que se despliegue. Los satélites se diseñan para que no tengan un punto singular de falla. Siempre tenemos un plan B por si algo falla”.
Por Francisco Grillo
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