Diego, “El Peque”, Schwartzman , luego de 13 años, ganó el título para Argentina, al derrotar c a su compatriota Francisco Cerúndolo por 6-1 y 6-2, en el partido que se disputó en el Buenos Aires Lawn Tenis Club.
Este domingo, Diego Schwartzman conquistó eel título que más ansiaba, el del Argentina Open, tras jugar en un nivel superlativo la final que le ganó a la gran revelación del torneo, Francisco Cerúndolo, por 6-1 y 6-2.
Actualmente está 9no puesto en el ranking mundial de la ATP, El “Peque” Schwartzman empleó durante mas de una hora su mejor técnica para ganarle a Cerúndolo (137) en una final que fue un monólogo y se jugó ante unos 500 espectadores en la cancha central del Buenos Aires Lawn Tennis Club.
Hace trece años, este galardón lo recibió el cordobés David Nalbandian, tras imponerse en la final ante el misionero José Acasuso.
Luego de esa conquista del cordobés de Unquillo se sucedieron 12 coronaciones extranjeras, las más destacadas las del español Rafael Nadal en 2015 y el austríaco Dominic Thiem en 2016 y 2018.
El título del “Peque” y la irrupción de Cerúndolo decoraron dos grandes semanas para el tenis argentino, que había consagrado otro campeón el domingo pasado cuando alzó el título en el Córdoba Open el menor de los Cerúndolo, Juan Manuel.
El “Peque” borró por completo el paso en falso que había dado la semana pasada en Córdoba cuando cayó en cuartos de final ante el catalán Albert Ramos, un rival al que había vencido en los cinco cruces previos, y mostró su mejor versión en Buenos Aires.
En octavos de final le ganó al eslovaco Lukas Klein (291), en cuartos de final al español Jaume Munar (106) y en semifinales arrasó al serbio Miomir Kecmanovic (42), con un rendimiento de menor a mayor que tuvo continuidad en la final.
Schwartzman sacó a relucir su chapa de “top ten” desde el primer punto del partido, con un juego agresivo y tiros profundos, así mantuvo a Cerúndolo a la defensiva.
No extrañó entonces que el “Peque” se pusiera 3-0 con dos quiebres rápidos de servicio ante un rival que sólo atinaba a defenderse, sin poder imponer sus condiciones, sobre todo la potencia de su derecha.
Cerúndolo, la gran revelación del torneo porteño, se caracteriza por una llamativa facilidad para acelerar con su derecha y encontrar huecos en la cancha, algo que Schwartzman sabía de antemano y por eso se lo impidió durante todo el partido.
Cerúndolo ganó su primer punto a la media hora de juego y decoró el marcador 4-1, aunque eso fue lo único positivo del set para el tenista de 22 años que se encuentra en pleno proceso de dejar atrás la etapa de Challengers e incursionar en los ATP.
Schwartzman no se apartó de su plan y siguió firme, con tiros variados y siempre profundos, sin la necesidad de traerlo a la red con algún drop como había hecho en los partidos anteriores, sobre todo ante Munar. y se llevó el set por 6-1 en apenas 43 minutos.
En el segundo parcial, Schwartzman volvió a adelantarse rápido por 3-0 con otro quiebre de servicio y con la ventaja de que en los momentos decisivos de cada punto tomaba mejores decisiones que su inexperto rival.
El campeón no se incomodó ni siquiera cuando cedió por única ve su servicio y quedó 3-2 al frente en el marcador, ya que lo recuperó en el juego siguiente y comenzó a allanar su camino a la victoria.
La notable semana de Schwartzman, quien quería ganar en Buenos Aires y al lograrlo se sacó una gran mochila de sus espaldas, no pueden opacar todo lo bueno que hizo Cerúndolo, quien ingresó al cuadro principal tras atravesar la clasificación y se cargó a pesos pesados como el francés Benoit Paire (29) y el catalán Albert Ramos (46).
El Argentina Open, que cumplió su 21ra. edición en un marco inusual, ya que no hubo venta de entradas al público y sólo pudieron presenciar los partidos los invitados especiales o personal de las empresas auspiciantes, coronó a un nuevo campeón argentino.
Schwartman inscribió su nombre junto a los del mencionado Nalbandian (2008), más Guillermo Coria (2004), Gastón Gaudio (2005) y Juan Mónaco (2008).