El mayor emblema de la Ciudad de Buenos Aires, por la pandemia, este año no se le pudo realizar el mantenimiento que tenía previsto.
El Obelisco, declarado Monumento Histórico Nacional e inaugurado en 1936, con motivo de recordar el cuarto centenario de la primera fundación de Buenos Aires, presenta por estos días signos de deterioro y falta de mantenimiento como humedad, musgo, líquenes y plantas crecidas en diferentes partes de sus caras.
La obra del arquitecto Alberto Prebisch, ubicada en la intersección de dos de las avenidas más importantes: la 9 de Julio, entre las más anchas del mundo, y la Corrientes, conocida por ser “la calle que nunca duerme”.
Es uno de los principales polos culturales de la Ciudad, y este año, dentro del marco de la pandemia del covid19, y en la actualidad se le puede notar diferentes signos de deterioro y falta de mantenimiento como humedad, musgo, líquenes y plantas crecidas en diferentes partes de sus caras.
Debido a la pandemia, el Obelisco, este año aún no pudo contar con las tareas de mantenimiento pertinentes. Por esto, algunas partes de su estructura contienen vestigios de humedad, que llegaron a dañar el revoque a formar las clásicas manchas o levantar la pintura.
Además, la reja que protege al monumento, colocada para evitar daños en su estructura, también presenta señales de deterioro o falta de mantenimiento.
En este sentido, desde el Ministerio de Espacio Público e Higiene, dependencia a cargo del monumento, en diálogo con el diario Perfil, dijeron que “el mantenimiento estaba previsto para este año, ya que se hace cada cuatro, pero a raíz de la pandemia se pospuso para el 2021”.
“No se pueden retirar los líquenes porque si no se hace el tratamiento correspondiente con biocidas para evitar el crecimiento de los líquenes y hongos. Se hace de manera especial, si se retira pueden quedar fisuras que permiten el filtrado de agua”, aseguraron desde la cartera ministerial a cargo de Clara Muzzio.
En tanto, vale recordar, que una de las últimas tareas de mantenimiento integral que se le realizaron al monumento emblemático, fue en 2016, cuando fue sometido a un proceso de hidrolavado en sus cuatro caras por la celebración de los 80 años de su construcción.