noviembre 22, 2024
Cultura

El legado inalterable de Ernesto Sábato

Un hombre comprometido con el tiempo histórico que le toco vivir, con la libertad, los valores que hacen a las instituciones de la democracia, y la cultura. Un hombre que aún desde su perfil introspectivo y la austeridad característica, no dudo ni un instante en asumir la presidencia de la Comisión Nacional sobre la Desaparición de Personas, CONADEP entre los años 1983 y 1984, de acuerdo con el pedido formulado por el Doctor Raúl Alfonsín. Vale la pena recordar que la investigación publicada en el libro “Nunca Más”, fue el punto de partida para el juicio a las juntas militares de la última dictadura militar.
Había nacido el 24 de junio de 1911 en la ciudad bonaerense de Rojas, hijo de Francisco y Juana María. Una vez completados los estudios básicos, en 1929 ingresó a la Universidad de La Plata, donde finalmente logró el Doctorado en Física en 1938.
La capacidad unida a la gestión personal del Doctor Bernardo Houssay, le permitieron a Sábato acceder a una beca anual para llevar a cabo tareas de investigación sobre las radiaciones atómicas en el prestigioso Laboratorio Curie de París, Francia.
Hacia 1940, y luego de una experiencia en los Estados Unidos, regresó a la Argentina, donde se desempeña como profesor de la Universidad Platense.
De pronto experimenta una crisis existencial, y en 1943 decide abandonar la ciencia para dedicarse de lleno a la literatura. Su primer libro, es un ensayo publicado en 1945, titulado “Uno y el Universo”, donde entre otras consideraciones filosóficas absolutamente de carácter personal, llamó la atención acerca de los procesos de deshumanización, que según su mirada, entrañan las sociedades tecnológicas.
En 1958 fue nombrado Director de Relaciones Culturales del Ministerio de Relaciones Exteriores por el Presidente Arturo Frondizi. Por diferencias con el gobierno, renunciaría al año siguiente.
Formó familia con el amor de su vida, Matilde, quien lo convirtió en padre de Jorge Federico y Mario. Los Sábato se mudan a una casa con jardín en la localidad de Santos Lugares en la provincia de Buenos Aires.
En 1948 publica con notable suceso “El Túnel” en la revista “Sur”. Más tarde llegaría “Sobre Héroes y Tumbas”-considerada como una de las mejores novelas producidas en el siglo XX-y en 1974, será el turno de “Abaddón el Exterminador”, gran premio de honor de la Sociedad Argentina de Escritores, SADE.
En 1995 muere en un accidente automovilístico su hijo Jorge Federico, su amada esposa fallece tres años después. En 1998 da a conocer sus memorias “Antes del Fin”, y en el 2000 publica “La Resistencia”, texto que se suma a un conjunto de apasionantes trabajos literarios en formato de ensayo.
Fue nombrado Doctor Honoris Causa de la Universidad de Murcia, España, por la Universidad de Rosario, y la Facultad de Turín, Italia.
Ernesto Sábato fue y sigue siendo un intelectual de fuste, supo ganarse el afecto y el respeto de compatriotas, como así también el reconocimiento a nivel internacional.
En los últimos años se consagró a la pintura desde su terruño amado: Santos Lugares, su lugar en el mundo. La cálida vivienda por iniciativa familiar fue convertida en Museo abierto a la Comunidad.
El Maestro Ernesto Sábato partió al Olimpo de los Justos, el 30 de abril de 2011.
Un imprescindible, ¡Para tener en Cuenta!
www.facebook.com/lacasadeernestosabato

Por Buen Ciudadano

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