Mientras los gemelos SAOCOM están girando juntos alrededor de la tierra, con una diferencia de entre 14 y 15 kilómetros entre una y otra órbita, seguimos recabando datos para poder difundir, a través de este medio, todos los detalles de esta maravillosa misión espacial. Llevada adelante por un verdadero equipo de cracks.
Como país futbolero no podemos dejar de admirar a estos jugadores que se están ganando todas las copas. Con precisión quirúrgica van cumpliendo los pasos tan complejos de una campaña como esta. Estos profesionales patean al arco y la meten adentro. Aunque sea a 600 kilómetros de altura, no fallan.
Tuvimos la oportunidad de contactar al Ingeniero electrónico Fernando Hisas, Gerente de Proyectos Satelitales, de la Comisión Nacional de Actividades Espaciales (CONAE), quien es el responsable del Sistema Ítalo Argentino de Satélites para la Gestión de Emergencias (SIASGE) que se realiza en cooperación con la Agencia Espacial Italiana, y como Manager del Proyecto SAC-D Aquarius, en cooperación con la NASA de EEUU. Quien gentilmente, se prestó a responder algunas preguntas que le formulamos sobre el tema:
¿Qué tiempo de vida útil tienen los SAOCOM, se auto reparan por cualquier falla?
“El tiempo de vida de un satélite tiene dos componentes, uno que es estadístico y tiene que ver con las características de su electrónica a bordo. Por la forma de su diseño por puntos de fallas. Por módulos redundados (paralelos), si falla un módulo puede pasar a funcionar el otro. Por una cantidad de cosas que, por precaución, se tienen en la electrónica, para evitar problemas por radiación y demás. Unos estiman la vida útil entre 5 y 7 años desde este punto de vista. Existen un segundo elemento, el tema de los consumibles como, por ejemplo, el combustible que tiene a bordo para maniobras básicas y para el control de orbita.
La vida útil de sus celdas solares que son las que producen energía. Se diseñan para una cierta vida y que cuando se acaba o llega a su fin, se degrada la misión, si lo permite o la finaliza. La misión no está pensada para que alcance más tiempo. Sin precisarlo, pero más tiempo. Con lo cual, uno estima el tiempo de vida, de unos 5 y 7 años. No hay auto reparación, bueno podemos decir que si, en algún sentido, porque la mayoría de las piezas están redundadas. Si falla una se conecta la otra, si la falla fue definitiva o permanente, queda fallada y sigue funcionando la otra”.
¿Pueden ser auxiliados en el espacio?
“Si bien hay algún antecedente de satélite que fue auxiliado por el transbordador espacial para alguna reparación. Como ocurrió, en alguna oportunidad, con otros satélites. En realidad, esas operaciones son mucho más caras que el valor del satélite.
¿Al final de su vida útil, pueden ser recuperados?
Por eso no tiene sentido. Al final, cuando termina la vida útil, no se recuperan. Se los hace reentrar a la atmósfera. En ese proceso, la esfera se destruye totalmente. Podemos decir que se pulveriza, dada la velocidad con que se produce esa reentrada, ya que no está construido con materiales que puedan superarla. De algún modo vuelve al polvo, como se podría decir”.
Los datos que capturan los dos SAOCOM 1, el A y el B, ¿son iguales, complementarios o diferentes?
“Los dos SAOCOM 1, el A y el B, son exactamente iguales. Uno es réplica del otro. Se construyeron juntos. La razón porque la misión está integrada por dos satélites es para poder generar mapas con la humedad del suelo con la precisión y resolución necesaria. No es posible hacerlo con un solo satélite. Esos mapas deben actualizarse cada tres días. Así que este es el fundamento por el cual hay dos satélites puestos en órbita. Son exactamente iguales”.
¿Tienen definida la próxima misión?
“El Plan Espacial Nacional tiene prevista la segunda generación del SAOCOM. Pero ya venimos trabajando hace un tiempo en otra misión que está relacionada con el mar. Es la Misión SABIA-Mar, una constelación de dos Satélites Argentino-Brasileños para Información del Mar y las costas. Brasil hace un satélite y nosotros otro, básicamente iguales. Con algunas pocas diferencias, pero con el mismo objetivo y las mismas características en su instrumentación., Para hacer estudios de costas, básicamente, recursos hídricos en general”. La puesta en órbita de esta constelación está proyectada para comenzar en el año 2022. Tendrá una gran relevancia el aporte de datos de significativo valor para Brasil y Argentina y a nivel internacional.
¿Algún otro anuncio de esta agenda tan nutrida?
“Además, estamos trabajando para satisfacer una demanda regional de un satélite para uso meteorológico. Que sería funcional para la meteorología de la región. Eso en cuanto a satélites. Otro proyecto importante que tenemos en carpeta, es el desarrollo de un lanzador satelital, para que se puedan lanzar satélites desde la Argentina”.
Por Francisco Grillo
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