El operativo involucró a un equipo especializado que trabajó en la remoción de residuos acumulados para optimizar la conducción del agua pluvial en la Ciudad de Buenos Aires.
El Ministerio de Espacio Público e Higiene Urbana de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires concluyó la semana pasada las tareas de limpieza de los dos túneles aliviadores del Arroyo Maldonado, una obra clave para la capacidad de drenaje de agua de lluvia en el territorio porteño. El operativo, que incluyó el uso de mini retroexcavadoras, grúas y un equipo de 15 especialistas, se llevó a cabo para garantizar el funcionamiento óptimo de estas estructuras fundamentales para evitar inundaciones en la Ciudad.
En este sentido, el ministro de Espacio Público e Higiene Urbana, Ignacio Baistrocchi, subrayó: “El funcionamiento pleno de ambos túneles le permite a la ciudad triplicar su capacidad de conducción del agua hacia el Río de La Plata. Es una obra fundamental para los vecinos y todos los días trabajamos para mantenerla en óptimas condiciones”. Este proceso es parte de un plan continuo para mantener la infraestructura de drenaje pluvial porteño en condiciones óptimas, reforzando así la capacidad de la Ciudad para enfrentar desafíos climáticos, como lluvias intensas o tormentas.
La limpieza de los túneles del Arroyo Maldonado se realizó en dos etapas. En la primera fase, se completó la limpieza del “Túnel Corto”, que tiene una extensión de 4,7 kilómetros y una capacidad de carga de 170.000 metros cúbicos. Posteriormente, se trabajó en el “Túnel Largo”, cuya extensión es de 9,6 kilómetros y puede contener hasta 360.000 metros cúbicos de agua. Ambas estructuras tienen 35 metros de profundidad y 6,9 metros de diámetro.
Las tareas de limpieza, que comenzaron a principios de septiembre, son fundamentales para mantener la eficiencia del sistema de drenaje de la Ciudad. Según los expertos, estos túneles alivian la carga del arroyo durante las lluvias intensas, ayudando a evitar inundaciones. Se trata de la primera limpieza integral desde 2022, y su frecuencia depende de las inspecciones anuales de mantenimiento.
Para llevar a cabo estas tareas, se cerraron las compuertas de los túneles para aislar los aliviadores del arroyo principal y del río. Una vez aisladas las secciones, el agua fue vaciada con bombas hasta alcanzar niveles mínimos, permitiendo que el equipo ingresara para realizar la limpieza y el mantenimiento de los elementos sumergidos. Posteriormente, las compuertas fueron reabiertas y el sistema se llenó nuevamente de agua.
El material encontrado en los túneles incluye una gran variedad de residuos, desde botellas PET y bolsas de polietileno hasta escombros y restos de muebles. Estos desechos llegan al arroyo a través de los sumideros ubicados en la superficie de la Ciudad, y su acumulación puede afectar el rendimiento del sistema de drenaje si no se retiran periódicamente.
El Arroyo Maldonado, que nace en la provincia de Buenos Aires y corre bajo la avenida Juan B. Justo, es una de las principales arterias subterráneas de drenaje de la Ciudad. Recorre once barrios porteños antes de desembocar en el Río de La Plata, junto al muelle de los pescadores. La construcción de los túneles aliviadores se realizó durante la gestión de Mauricio Macri como Jefe de Gobierno (2007-2015) con el objetivo de aumentar la capacidad de contención de las aguas pluviales y evitar inundaciones severas.
Por su parte, Carlos Frugoni, presidente y director general de AUSA, afirmó: “Desde AUSA trabajamos constantemente para que nuestras autopistas sean cada vez más seguras y para que todos los que las utilicen a diario siempre tengan la mejor experiencia de viaje”. Esta declaración pone en relieve la importancia de mantener la infraestructura en condiciones óptimas para los vecinos y todos aquellos que transitan por la Ciudad.
A su vez, el pasado 18 de septiembre, el Gobierno de la Ciudad completó la limpieza del segundo emisario del Arroyo Vega, otro pilar del sistema de drenaje pluvial porteño. Las tareas, que comenzaron en abril, consistieron en la remoción de más de 1.000 metros cúbicos de sedimentos acumulados mediante un sistema de bombeo. Este túnel, que se extiende desde Villa Pueyrredón hasta la Costanera Norte, reduce significativamente el riesgo de inundaciones en los barrios del norte de la Ciudad, beneficiando a más de 315.000 vecinos.
El conducto del segundo emisario tiene una longitud de 8,4 kilómetros y un diámetro de 2,30 metros en su inicio. Al igual que en el caso del Arroyo Maldonado, las limpiezas periódicas y los mantenimientos preventivos son esenciales para garantizar su buen funcionamiento, especialmente en épocas de lluvias intensas, cuando el sistema de drenaje es puesto a prueba.
El proceso de limpieza de los túneles del Arroyo Maldonado y el Arroyo Vega es parte de un esfuerzo más amplio del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires para mantener la infraestructura crítica en condiciones óptimas. Estas acciones son vitales para reducir el riesgo de inundaciones y proteger a los vecinos ante las crecientes amenazas del cambio climático. La inversión en el mantenimiento y la modernización del sistema de drenaje pluvial porteño es, sin duda, una prioridad para garantizar la seguridad y la calidad de vida en la Ciudad.
