En este tipo de negociaciones entre un organismo como el Fondo Monetario Internacional y un país, hay muchas aristas muy particulares. Es imposible que se conozcan públicamente todos los detalles de las reuniones que se llevan a cabo. Estas van delineando un acuerdo entre las dos partes para definir de qué forma nuestro país podría pagar la deuda contraída.
Por eso nunca conoceremos con exactitud el estado en que se encuentra la situación. Son encuentros muy complicados. En donde hay mucho en juego a nivel que va más allá del interés de los dos protagonistas, que resultaran el Fondo como acreedor y Argentina como deudor. En el medio existen muchas opiniones de cada uno de los países que integran el organismo internacional.
Algunos tienen más peso que otros y depende de la orientación con que se mueva cada uno, para entender cuál sería la solución. Por el lado de Argentina, nuestro presidente ha expresado que no pondría en juego la estabilidad de los argentinos ante la posibilidad de algún ajuste y que luchará para lograr ese objetivo. Del otro lado del ring, del fondo se sabe que siempre trata que se resuelvan las crisis de los déficits fiscales que, según su opinión, junto a la emisión monetaria, el tipo de cambio y otros factores similares, son los que paralizan el crecimiento.
Dos posiciones casi enfrentadas. También sería casi imprescindible que el Gobierno pueda lograr acordar con todo el arco político interno, el apoyo a la propuesta que se decida presentar. El mundo de los negocios siempre es impredecible. Nunca hay demasiada precisión en las predicciones. Según los últimos informes emanados de la Casa Rosada, manifiestan que: “Ya presentó la propuesta para reestructurar la deuda con el FMI y que ahora está en manos del Fondo la respuesta”. De allí pueden surgir algunas definiciones.
La portavoz presidencial, Gabriela Cerruti, en declaraciones del día jueves, manifestó: “Los que llevan adelante las negociaciones son el presidente Alberto Fernández y el ministro de Economía, Martín Guzmán. También el embajador Jorge Arguello está llevando reuniones con el FMI”. La pelota ahora está en poder del fondo. Se está esperando su respuesta con la próxima jugada. Así se continúa con la negociación. Cerruti también trasladó la siguiente opinión del Gobierno: “Las reuniones con los técnicos del Fondo y con funcionarios de la Casa Blanca son permanentes, para intentar avanzar en un acuerdo. El Gobierno argentino no está dispuesto a llevar adelante un acuerdo que implique un ajuste”.
El martes de la semana próxima, el canciller Santiago Cafiero viajará a Estados Unidos para sostener una reunión con el secretario del Departamento de Estado, Anthony Blinken. Aunque la deuda con el fondo no es el principal tema de la agenda. Con seguridad, no dejarán de incluirlo en la mesa de las conversaciones. Mientras tanto, ese mismo día, el martes 17 de la semana próxima, el ministro de economía se presentará con su propuesta ante los jefes de todos los bloques opositores de la Cámara de Diputados de la Nación.
Por Francisco Grillo
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