Es una gran noticia para el país. El gasoducto Néstor Kirchner ahorra importaciones que ya supera los u$s 550 millones a tres meses de inaugurado, llevando el gas de Vaca Muerta al mayor centro de consumo, como es el AMBA.
La proyección que hace la Secretaría de Energía es que el 2023 terminará con una balanza energética positiva en u$s 100 millones. Si bien destacan que no es un monto abultado, se trata de un hecho que no ocurría hace más de 10 años.
Según las proyecciones oficiales que hacen en la cartera de Flavia Royón, en 2023 habrá importaciones de energía por u$s 7.474 millones, mientras que las exportaciones serán por u$s 7.574 millones, lo cual da el saldo positivo de u$s 100 millones. Entre los principales motivos, en el Ministerio de Economía resaltan la disminución del precio de importaciones y el aumento del volumen de exportaciones.
Al superávit energético se llegaría luego de un año con un déficit histórico de u$s 4.359 millones, producto de importaciones que ascendieron a u$s 12.868 millones por el alza de los precios internacionales tras la invasión de Rusia a Ucrania.
Los números oficiales son más auspiciosos para el 2024. El Ministerio de Economía, que encabeza Sergio Massa, espera que el año que viene haya exportaciones energéticas por u$s 9.604 millones, con importaciones por u$s 5.811 millones, lo que daría un superávit comercial energético de u$s 3.793 millones.
Es que para el 2024, Economía espera tener finalizadas dos obras clave: el Reversal del Norte, y el segundo tramo del gasoducto Néstor Kirchner, lo que permitirá llegar con el gas de Vaca Muerta a 7 provincias del centro y norte del país y sustituir las importaciones de Bolivia, que cuestan tres veces más que el gas de Vaca Muerta.