Desde que llegó a la dirección técnica Lionel Scaloni en 2018, post mundial de Rusia, fue para mejorar futbolística e psicológicamente al plantel. Es que debe ser difícil no consagrarse campeón luego de 27 años y contando. Lo más cercano que estuvimos a tocar el cielo con las manos nuevamente, fue en el mundial 2014 de la mano de Lionel Messi y compañía.
Scaloni llegó para plantear una nueva idea de juego, con chicos nuevos, con gente del ámbito local y con nuevos objetivos para representar a la selección. La que supo brillar y ser campeona del mundo en 1978 con Kempes, y posteriormente en 1986 con Diego al mando. Llevando a cabo una idea de juego en el que Lionel Messi tenga dos jugadores por delante para poder entrar al área rival.
Personalmente, me gustan los DT que están años trabajando sobre la misma idea en el mismo equipo/selección. Como es el caso de César Luis Menotti, llegó a la selección en 1974 y la dejo en 1982, después de obtener el campeonato del mundo. O como Carlos Bilardo, que debutó como técnico de Argentina en 1983 y la dejó en 1990. Técnicos que llevan años trabajando por un objetivo.
También, como actualmente sigue pasando con Oscar Washington “el maestro” Tabárez en la selección Uruguaya de fútbol que está desde el año 2006 hasta el día de hoy. Parece ser que Scaloni es un tipo de esos, que le gusta trabajar a largo plazo de cara al futuro, con ideas claras y con una buena armonía en el plantel y dentro del vestuario. Deja a la vista que los jugadores están con él.
La selección parece ser que no va mal encaminada para llegar al mundial de Qatar 2022. De a poco va jugando mejor, rodeando a Messi para que juegue cómodo y ayudándolo dentro del área. Se los ve muy enfocados a los chicos nuevos como Exe Palacios o como Nico González, muy firmes aun así cumpliendo un rol dentro de la cancha que no es al que están acostumbrados.
