Los “vouchers educativos” del sistema de educación chileno fue implementado en Chile durante la dictadura de Pinochet y según las especialistas de Naciones Unidas (ONU) fue un fracaso desde su inicio. La privatización de la educación y la transferencia de recursos públicos a instituciones privadas ha generado mayores niveles de injusticia y desigualdad en el acceso a la educación, así como un incremento del descontento entre padres, estudiantes y docentes.
Cómo empieza este sistema
Durante la dictadura de Pinochet en los años 80 en el ámbito educativo, se estableció un sistema de financiamiento público para escuelas privadas, conocido como vouchers, el cual fue implementado de manera más amplia en los años 90 durante el gobierno de Eduardo Frei. En el año 2006, durante el gobierno de Michelle Bachelet, se introdujo una reforma educativa que buscaba mejorar los problemas de calidad y equidad del sistema educativo chileno, sin embargo, el modelo de vouchers siguió siendo la piedra angular de la política educativa, y la reforma no logró cambios significativos.
Milton Friedman y Augusto Pinochet. Durante brutal dictadura se implementaron las reformas neoliberales.
Incremento de la injusticia y la desigualdad
Este modelo de financiamiento ha llevado a un aumento de la desigualdad en el sistema educativo, generando una brecha aún mayor entre ricos y pobres. Un informe de la Unesco en 2016 señala que «el sistema de vouchers ha intensificado la segregación socioeconómica en la educación, lo que ha tenido un impacto significativo en la calidad de la educación y en el rendimiento académico de los estudiantes más pobres» (Unesco, 2016, p. 22).
Además, la misma investigación muestra que el modelo de vouchers ha permitido a las escuelas privadas seleccionar a los estudiantes, lo que ha generado una «creciente polarización social» en el sistema educativo (Unesco, 2016, p. 22).
Situación de padres, estudiantes y docentes
La implementación del modelo de vouchers ha generado un fuerte descontento entre padres, estudiantes y docentes en Chile, de allí las constantes protestas para denunciar la profunda desigualdad que existe en el sistema. Según una encuesta de Adimark en 2020, el 84% de los chilenos piensa que la educación está injustamente distribuida en el país, y el 77% cree que la calidad de la educación ha empeorado en Maestras y maestros perjudicados:
• Según datos del Ministerio de Educación de Chile, los docentes en escuelas privadas que operan con vouchers ganan en promedio un 44% menos que los docentes en escuelas públicas, tienen menos protección laboral y una mayor carga de trabajo debido a la falta de personal y recursos en estas instituciones.
• La reducción de los salarios y las condiciones laborales ha llevado a una disminución de la calidad educativa en el país y la falta de estabilidad laboral y protección ha generado una alta tasa de rotación de docentes, lo que dificulta la continuidad y calidad de la enseñanza.
• Desde una perspectiva sindical, el modelo de vouchers ha debilitado la capacidad de los docentes para organizarse y negociar colectivamente por mejores condiciones laborales.
El fracaso del modelo
El modelo de vouchers en la educación chilena no solo ha permitido el aumento de la segregación social, sino también la creación de escuelas que lucran a costa de la educación de los niños y jóvenes.
En Chile existen políticos, colectivos y grupos de la sociedad civil que plantean reformar el sistema educativo desde una perspectiva que valore la educación como un derecho y no como una mercancía y piden que la educación sea pública, gratuita y de calidad, como en el sistema argentino y los recursos sean dirigidos a mejorar las condiciones de las escuelas públicas para aumentar la igualdad de oportunidades para todos los niños y jóvenes del país.