Por iniciativa de la Comisión de Espacio Público y Medio Ambiente del Consejo Consultivo Comunal 9 “ Lisandro de la Torre” se realizó el día 9 de abril pasado, una charla sobre la “ Importancia del Arbolado Urbano” , en la plaza Madre María Ana Mogas , ubicada en la Lisandro de la Torre al 1000 en el barrio de Liniers, la misma estuvo a cargo de la especialista María Angélica Di Giacomo ,fundadora de la agrupación “ Basta de Mutilar Nuestros Arboles” .
La iniciativa surgió a partir del análisis de los problemas que sufre el Arbolado Urbano, en un contexto de crisis climática , en toda la Ciudad de Buenos Aires y en particular en la Comuna 9, tales como falta de árboles, planteras reglamentarias vacias, extracciones injustificadas de ejemplares, podas fuera de época y exageradas, falta de plantación y cuidado de nuevos ejemplares, edificios que se construyen sin hacer las planteras reglamentarias, entre muchos otros temas, que han ocasionado que vecinos presenten ante la Justicia un Amparo Judicial, cuya sentencia ordenó la interrupción de toda intervención, hasta tanto las autoridades den cumplimiento a la Ley de Arbolado Urbano.
La disertante comenzó la charla relacionando los beneficios del arbolado con los procesos biológicos de los árboles y observando los ejemplares que se encuentran en el lugar , explicando que los árboles de follaje frondoso disminuyen la temperatura en calles arboladas hasta 10 grados, gracias a la sombra que proyectan y a la evapotranspiración, además
fijan el dióxido de carbono ( CO2 ) que es una de las sustancias cuya acumulación produce el calentamiento global,
absorben el agua de lluvia y producen la ralentización de la caída de agua evitando la erosión de los suelos, absorben gases contaminantes, filtran las micropartículas provenientes de la combustión de combustibles fósiles,
producen oxígeno gaseoso, con su sombra sirven de pantalla para los rayos UV que pueden producir cáncer de piel, disminuyen la contaminación visual y sonora, sirven de cobijo y hábitat a las aves,
producen sensación de sosiego frente al estrés de la vida en las ciudades, forman parte del patrimonio paisajístico, de nuestra identidad barrial y de nuestra memoria personal y social. Por lo tanto se destacó que los beneficios de un árbol añoso de follaje frondoso no pueden ser reemplazados ni con cien arbolitos nuevos.
Además se refirió a las podas exageradas y mal efectuadas, que producen aumento de la vulnerabilidad de los árboles a los vientos por destrucción de su arquitectura natural y porque se pierde la protección de sus congéneres, además ocasionan mayor susceptibilidad a contraer plagas y enfermedades que entran por las heridas y, por ende, disminución de la esperanza de la vida de los mismos.
Al respecto dijo: “ los árboles no se reemplazan uno a uno ya que la pérdida de los beneficios ecosistémicos y sanitarios del follaje frondoso de un árbol añoso no se compensa con el follaje de un árbol joven recién plantado. La crisis climática nos urge a encontrar mitigación urgente de sus efectos y el follaje frondoso es nuestro mejor aliado en esta tarea. De acuerdo con la situación grave que estamos viviendo desde el punto de vista ambiental habría que tener en cuenta que el hecho de que un árbol tenga un hueco no es sinónimo de árbol riesgoso. Existen proporciones entre la madera sana y la hueca que pueden hacer que un árbol se mantenga de pie sin riesgo alguno. Y siempre se puede utilizar el análisis interno del ejemplar, con equipos especializados antes de cualquier intervención.
Desde hace diez años se utiliza nuestro dinero para podas sistemáticas y extracciones pero no hay un peso para cuidado y plantación. De lo poco que se planta, se muere hasta un ochenta por ciento”.
Frente a una acción de amparo presentada por vecinos para intentar frenar la destrucción del arbolado público el Poder Judicial ordenó suspender toda intervención hasta tanto el Gobierno porteño cumpla con la Ley de Arbolado Urbano, puesto que lo que está en juego es el Derecho Colectivo a un Medio Ambiente Sano.
Con respecto a las podas que se realizan para despejar luminarias explicó que las mismas fueron colocadas sin considerar el arbolado preexistente, demostrando una vez más el desprecio de las autoridades por los árboles y su preservación,
al respecto dijo : “ Hay que buscar otras maneras de convivir con los árboles en las que no terminen pagando por no considerarlos en la planificación del espacio público” .
También se refirió a las malas prácticas que se utilizan al hacerle el mantenimiento a las plazas y parques de la ciudad utilizando sopladoras que causan contaminación auditiva y eliminan toda la materia orgánica que es necesaria para las plantas y que es un error tratar a las hojas como basura ya que ellas son una fuente de nutrientes para la tierra y deberían ser aprovechadas.
Con respecto a las alergias que producen algunos árboles como los plátanos dijo que al comparar los beneficios que éstos árboles producen previniendo enfermedades respiratorias por las partículas contaminantes que son capaces de filtrar y ayudando a prevenir el cáncer de piel por la enorme sombra que son capaces de proyectar el balance es positivo y vale la pena su preservación.
Con respecto a la muerte de los ejemplares que se plantan en la ciudad, entre ellos los del Centro de Transbordo de Liniers dijo que ello se debe a que el presupuesto destinado al mantenimiento de los árboles recién plantados es prácticamente inexistente o sea se plantan algunos, pero no se les da ningún tipo de cuidado como el elemental riego que garantice su desarrollo, tampoco se los protege del ataque de plagas, por lo tanto si alguno logra prosperar es por mera casualidad.
Con respecto a los Terrenos Ferroviarios de Liniers dijo que este predio conformado por decenas de hectáreas , junto a otros playones ferroviarios son la última posibilidad que tiene ésta ciudad de compensar un poco su enorme déficit de espacios verdes y que por eso la agrupación “Basta de Mutilar Nuestros Árboles” integra junto a otras, la Red de Tierras Ferroviarias Verdes que lucha para que esos predios sean parques públicos y que han presentado cinco proyectos en la legislatura porteña sin lograr que ningún legislador de ningún partido político los escuche.
También se refirió a los siete remanentes de tierras que hay al costado de la Autopista en la zona de Liniers Norte que por ley deberían ser plazas públicas y son baldíos y habló sobre la necesidad imperiosa de dar cumplimiento a esta ley.