El histórico Autódromo Juan y Oscar Gálvez, un emblema del automovilismo argentino ubicado en la comuna 8 de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, permanecerá cerrado por obras hasta abril de 2025. Este icónico circuito, conocido como el “Coliseo Porteño”, será sometido a un importante reacondicionamiento para adecuarse a los estándares internacionales de la Federación Internacional del Automóvil (FIA) y obtener la habilitación de Grado 2.
Las obras incluirán mejoras en el cableado, sistemas hidráulicos de desagüe y retoques en el asfalto, que había sido reasfaltado en su totalidad en 2023. Estas tareas son esenciales para actualizar las instalaciones del autódromo, inaugurado en octubre de 1952, que cuenta con una capacidad para 45.000 espectadores. A lo largo de su historia, el Gálvez ha albergado competencias de alto nivel como la Fórmula 1, el Turismo Carretera (TC), el TC2000 y el Campeonato Mundial de Motociclismo.
La actualización busca posicionar nuevamente al circuito porteño como sede de eventos internacionales de primer nivel. Sin embargo, aunque las reformas lo habilitarían para recibir cualquier categoría mundial excepto la Fórmula 1, la posibilidad de que “La Máxima” regrese a la Ciudad en 2026 sigue siendo incierta debido al alto costo económico que implica: una inversión aproximada de 50 millones de dólares por temporada.
Desde 2018, el autódromo se encuentra bajo la administración del Gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, que ha impulsado múltiples mejoras para revitalizar este espacio emblemático. El predio, ubicado en el Parque Almirante Brown, en Villa Riachuelo, busca recuperar el protagonismo perdido en el ámbito internacional. Según el portal especializado Campeones, la homologación Grado 2 permitirá al Gálvez albergar categorías como el Campeonato Mundial de Resistencia (WEC) o MotoGP, consolidando su posición como un referente del automovilismo en la región.
El cierre temporal del autódromo representa un desafío tanto para los aficionados como para los organizadores de eventos locales, quienes deberán esperar hasta la finalización de las obras para retomar actividades en este circuito icónico. En tanto, desde el ámbito político y deportivo, continúan los esfuerzos por promover la llegada de competiciones internacionales, aunque la posibilidad de volver a ver a la Fórmula 1 en suelo porteño sigue siendo un objetivo lejano.
Con estas reformas, el Autódromo Gálvez refuerza su papel como un símbolo del automovilismo argentino, avanzando hacia una modernización necesaria para garantizar su permanencia en el circuito internacional. La reapertura, prevista para abril de este año, marcará un nuevo capítulo en la historia de este legendario escenario deportivo.
