28 de diciembre, 2021QUE PINTA
Participa solamente en muestras colectivas porque así entiende el arte. Expuso en Nueva York en una exposición curada por Santiago Bengolea, quién también lo llevó a mostrar sus dibujos coloridos y fluorescentes que pertenecían a sus Diarios íntimos en el MAMBA. Allí también mostró su Libro de aves, hecho con todo lo que tiene a mano, desde stickers hasta sangre y semen. El año pasado participó en la muestra Mega Loca con la finalidad de recaudar fondos para una carrosa. Hace tapas de libros de temática LGBT y reflexionando sobre su obra nos cuenta: “Creo que hay algo muy trolo en mi lenguaje pictórico: los colores, la paleta que elijo, la delicadeza, pretendo que tengan las líneas pero en general no retrato escenas explícitamente gays”. Y para el cumple 70 de Charly García ilustró la escenografía que acompañó toda la jornada en el CC Kirschner donde pasaban lxs invitadxs que homenajeaban a Charly.
El dibujo
Juan
Malka nació en Argentina, nieto de ucranianos y sicilianos dibuja y pinta como
tomar agua. Estudió en el IUNA, artes visuales, aprobó cinco años pero no
terminó la carrera. En paralelo estudió cine y guion en una escuela privada de
San Telmo. “Ambas fueron experiencias muy enriquecedoras y me ayudaron a
encauzar dos cosas que desde niño me interesaron: dibujar sin parar, y que esos
dibujos tengan una historia o una lectura concreta de situación”. Cuenta que
desde muy chico empezó a dibujar frenéticamente. “Si se me terminaban las
hojas, sentía que la mano me iba a estallar. Hacía sin saberlo una suerte de
story boards que armaban secuencias narrativas. La intensidad empezó a mermar
cuando los dibujos se empezaron a parecer más a como yo esperaba que fueran para
que se entienda lo que quería decir”.
Dubujás sin parar…
Creo
que más allá de lo que puede manifestar cada dibujo, el hecho de dibujar y
pintar, implican un entrenamiento anterior para lograrlo de forma precisa. Yo
sólo me siento y me asumo dibujante mientras estoy dibujando o pintando. El
momento en que estoy trazando totalmente enfocado en seguir las líneas y poder
terminar lo que quiero de una vez, tratando de no hacer un boceto fuera del que
está en mi cabeza como objetivo. Disfruto mucho de ese vértigo, es bastante
meditativo, por eso es preciso que no tenga muchas preocupaciones para poder
dibujar sin obstáculos.
¿Se puede vivir del
amor al arte?
No
vivo del arte pero si de vez en cuando aparece algún interesade en algo que en
general vieron en un posteo. Me queda cómodo que mis redes sociales (que igual
son privadas) sean mi galería pero en ocasiones participo de muestras como
invitado en espacios de arte. Participé de muchas muestras colectivas en
lugares más under, hice una individual en Casa Brandon y estuve en otros
espacios más oficiales como el Centro Cultural Recoleta o el MAMBA, donde hice
una intervención que duró cuatro meses en una de sus paredes. También me dedico
a ilustrar textos o tapas de libros cuando tengo la suerte de que surja, es
algo que disfruto mucho. Tomar un texto, procesarlo y traducirlo a mi lenguaje
como una forma de darle perspectiva a la narrativa.
¿En qué trabajas?
Hace
doce años trabajo en publicidad, empecé medio de casualidad escribiendo guiones
para spots y cosas similares pero luego fui descubriendo otras facetas y
soportes no tradicionales de la comunicación publicitaria, que me parece un
mecanismo siniestro, pero siempre tratando de participar de la forma más
honesta posible y recordando todo el tiempo que no es algo que me apasiona,
sino que me ayuda a generar ingresos.
Tiene sus ventajas…
Llevar
una vida ajena al mercantilismo del arte me inspira más que estar trabajando en
mi obra para generar piezas con objetivo de venta. Y me pasa algo parecido con
los concursos y demás pero tampoco creo que sea algo que me defina, sino más
bien un modus operandi.
¿Cómo estás
viviendo esta cuarentena, con más de 130 días de encierro?
A partir del día uno lo viví como una crisis muy intensa porque vi como un túnel largo por delante, sin temerle tanto al contagio como a la locura que generaría sentir que cualquiera es una amenaza. Me imaginaba desde señoras mirando a todos con miedo hasta chongos empujándose por pasar cerca. Lo que más me angustiaba era ver la zona donde vivo totalmente desértica. Acá es muy poblado y con mucho movimiento, me perturbaba tanto silencio de golpe. Pero con el correr de los días y el afloje me fui acostumbrando, y ahora estoy bastante ok con eso. Pero no puedo decir que en este periodo haya estado más o menos productivo en cuanto a mi obra. Hice bastantes cosas pero no sé cuánto hubiera sido en otro contexto. Tengo que admitir que detesto bastante a quienes me dicen que ¨dibuje¨ o ¨pinte¨ para pasar el tiempo, pero detesto un poco más a todos los que vieron esta situación tan extrema y de obligación como una oportunidad para empezar a dibujar.
¿Estás trabajando
en alguna serie o algo en particular?
Este
último tiempo estuve ejerciendo más o menos como suelo hacerlo, pensando en
algo unos días y luego haciendo un dibujo con acuarela sobre eso. Pero también
estuve trabajando en ilustrar el cancionero de una banda que se llama Susi
Pireli, ahora en stand by, y haciendo unas opciones de tapa para unas
publicaciones que saldrán pronto por la editorial Deparado.
Te gusta hacer
muestras colectivas, pero no individuales…
No es que no me guste hacer individuales, sucede que le direcciono más energía al hecho de trabajar en mis dibujos que a pensar, proponer y producir las muestras, con todos los tejes que involucran a terceros que esto implica. Lo que me copa de las colectivas, es que en general somos todos convocados por un organizador que se encarga de todas esas tareas que a mí no me interesan. Y no hablo de la planificación, de la distribución o puesta de la muestra, sino de lo burocrático/social y ciertas implicancias a veces un poco snobs. Además, está bueno compartir el diálogo que se arma con los compañeros de exposición y las inauguraciones son más divertidas porque llega más gente por diferentes vías. Más allá de que tus conocidos vayan a ver tu muestra siempre está bueno saber que lo está viendo alguien que no te conoce o no sabe quién sos. Está bueno ver cuando miran las obras sin que después vengan a saludarte ni nada.
Sin embargo, estuvo
expuesta tu obra en un museo de New York…
Esa
también fue una muestra colectiva, organizada por Santiago Bengolea, una de las
personas que mejor entienden e interpretan mi obra. Trabajar con él es muy
grato, también hicimos lo del MAMBA juntos. Fue una exhibición de cuadernos de
artistas en la embajada argentina en NY. Yo expuse algunos diarios íntimos (que
son todos dibujos y nunca tienen la verdadera intención de ser íntimos) y mi
libro de observación de aves, donde durante años vengo dibujando un ave distinta
con una técnica y material distinto, usando desde stickers, collages de
distintas cosas, fotocopias, sangre y semen.
¿Cómo es la
relación entre tu obra y la astrología?
Hace
un tiempo creé un mazo de cartas al que llamo ¨Tarot de los dones¨ que es una
especie de oráculo que no busca predecir nada sino que el consultante descubra
solo su respuesta en relación al dibujo que tenga la carta que le toque. En
definitiva es una forma de mostrar una serie de 22 dibujos a cambio de que me
cuenten algo de ellos antes. Empecé haciéndolo conmigo mismo, luego a amigos, y
después en muestras como la Mega Loca del año pasado, un evento que buscaba
recaudar fondos para una carroza de la marcha. Es una experiencia increíble
porque todos tienen una reacción diferente, desde llorar (pasa mucho) hasta
reír o quedar medio asustados. El mazo no tiene los arquetipos del tarot
tradicional, son otras cosas que pueden verse muy random sacadas de contexto.
Estoy pensando en ofrecer públicamente hacer sesiones por videollamadas, ya
hice algunas con conocidos y estuvieron muy buenas. No faltaron estudiosos del
arte que me dijeron que Xul Solar tambiñen tenía un tarot, cosa que yo no
sabía, aunque conozco algo de su obra y me gusta mucho. De todos modos, en ese
caso si eran sus interpretaciones de los arquetipos tradicionales del tarot.
¿Y entre la
plástica y lo queer? Porque pareciera que sos activista en la vida, con tus
actitudes, gustos, lugares donde se te encuentra, pero tu obra –en ese sentido-
es más mesurada, menos política. ¿Cómo la pensás?
Creo
que yo soy queer, me construí así. Aunque a simple vista pase por un hombrecito
cis-género estándar todo lo que hago está impregnado de queeridad. Creo que hay
algo muy trolo en mi lenguaje pictórico: los colores, la paleta que elijo, la
delicadeza pretendo que tengan las líneas pero en general no retrato escenas
explícitamente gays. No porque lo decida, sino porque no me pasa. Lo más
concretamente gay está retratado en mis diarios íntimos creo, porque tienen que
ver con experiencias personales. Puedo perfumar con homosexualidad igual
cualquier imagen que no aborde exactamente algo erótico.
Hablamos de
futurología y no te podemos dejar ir sin que nos cuentes cómo ves, o por lo
menos cómo imaginas el futuro de acá a… no sé… un año…
En principio lo único que me interesa es poder ver a mi familia y no tener que usar barbijo cuando haga calor. El 2019 pensé y pretendí bastante del 2020 pero la mayoría de las cosas quedaron truncas. Así que prefiero no hacer mucha futurología e ir manejándome a corto plazo.
Facu Soto