El Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, está analizando protocolos para que lo alumnos puedan volver a las aulas.
En este sentido, uno de los modelos que están analizando es el que se implementó en Israel, conocido como “4-10”, donde la vuelta a las clases presenciales se hizo escalonado, comenzando con docentes, directivos, personal administrativo y auxiliares.
En la Ciudad de Buenos Aires, si bien los contagios de coronavirus vienen en ascenso, desde el Ministerio de Educación porteño estudian un protocolo para al retorno de las clases en las escuelas de la Ciudad.
Justamente se trata del modelo israelí conocido como “4-10”, que divide a los cursos en dos grupos. En cuanto al primero, este asiste en la semana 1, de lunes a jueves, y descansa la semana 2. Por otra parte, el segundo grupo comienza en la semana 2 y descansaría en la semana 3, donde retorna el primer grupo.
Este protocolo, tiene un fundamento especial, y se basa en el periodo latente del covid-19, que se extiende durante tres días. En ese período, los nuevos infectados tienen pocas o nulas posibilidades de contagiar a sus compañeros.
Es por eso que las clases se llevarían delante de lunes a jueves, dando viernes, sábado y domingo como los tres días necesarios para que ingrese el próximo grupo. Según consigna el portal Infobae, el gobierno porteño, espera poder retomar las clases en el mes de agosto.
Otro factor importante del protocolo israelí, es la asistencia de manera escalonada. Esto significa que, en principio quienes volverían a las escuelas serían los docentes, luego los directivos, el personal administrativo y por último los auxiliares, para que cada uno avance en sus tareas, ya sean de planificación, puesta a punto y limpieza de los establecimientos. Según dijeron fuentes de la cartera de salud porteña, esto sería dos semanas antes del regreso de los alumnos.
Entre las modificaciones que se estudian en relación a la vuelta a clases, se encuentra la carga horaria. Ya que según el protocolo, habría una reducción de la jornada que pasaría a durar solo tres horas. El ingreso y la salida de los establecimientos serán en tandas cada 10 o 15 minutos para evitar los amontonamientos y en los micros escolares deberán viajar dos alumnos como máximo por cada hilera de asientos.
El uso de los barbijos será obligatorio para los alumnos, a excepción de los menores de 6 o 7 años, así como para el personal docente y no docente de las escuelas.
Lógicamente, el aspecto de la higiene también será un factor importante, ya que el protocolo contempla la limitación del ingreso a los baños de acuerdo a la capacidad y se promoverá que los alumnos laven sus manos en varias oportunidades.
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