19 de enero, 2021
Un integrante del cuerpo técnico de Güemes de Santiago del Estero se fue de boca a la hora de motivar a sus jugadores, con una analogía desubicada y que atrasa, dice la nota del diario Olé y presenta el video. “Más que irse de boca” dice la editorial de www.buenosairesinclusiva.com.ar deja ver la misoginia y machismo que hay en esa persona.
A partir de la explosión de las redes sociales, hubo un género que ganó cada vez más terreno e interés en los usuarios y que cada tanto se vuelve noticia deportiva: la arenga antes de entrar a la cancha. Muchos videos de entrenadores, capitanes de equipo o futbolistas con buena labia motivando a sus compañeros se volvieron virales en el último tiempo y obtuvieron reconocimiento por el efecto contagio que lograban. Sin embargo, no siempre esas situaciones son motivo de aplauso. A veces los que toman la palabra se van de boca, como sucedió con el profe Diego Kofler de Güemes de Santiago del Estero…
El integrante del cuerpo técnico del equipo que esta tarde irá por el ascenso a la Primera Nacional en la final del Federal A frente a Villa Mitre tuvo una serie de exabruptos que le costó muchísimas y justificadas críticas en Twitter. El PF utilizó una repudiable analogía para inyectarles ánimo a los jugadores. “Hasta hoy, Güemes se venía culeando a la negrita del pueblo, a la que se culean todos, la que tiene olor a pingo. A ésa se culeaba. Y acá tengo una rubia, se llama Nacional B. ¡A ésa la voy a buscar, a ésa me la quiero culear! Tengo que romperme el orto para culearme a esa mina”, gritó.
Después de su arenga cargada de machismo, continuó con palabras más ubicadas, acordes a otras situaciones en las que fue reconocido por su aptitud motivacional. “Tengo que ir decidido y ser inteligente. Hay que dejar la vida acá. El partido que viene no importa, es hoy, muchachos. Laburo, me rompo el orto, con calor, con lluvia. Estoy acá. Por todo lo que hago estoy acá. Porque soy el mejor pero lo tengo que demostrar en esa canchita”, siguió. Sin embargo, en el final volvió a derrapar: “A esa mina me la voy a culear yo solo, voy a ser el primero. Pero depende de mí. ¡Dale!”.