Cada 29 de julio se conmemora en nuestro país esta jornada tan especial para todos y cada uno de los ciudadanos y las ciudadanas de la República Argentina.
Porque cuando decimos cultura, no sólo nos estamos refiriendo a los intelectuales, sus obras, o a los músicos y sus producciones, con en tantos otros rubros donde los argentinos se destacan fronteras adentro y en el exterior también, sino que también, y tal vez fundamentalmente, la Cultura tiene que ver con la historia, las tradiciones, los hábitos, las costumbres y los comportamientos…
Pero… ¿Por qué fue elegida esa fecha?
Surge como un homenaje al poeta, escritor, periodista, dramaturgo, historiador y político Ricardo Rojas, quien falleció el 29 de julio de 1957 a los setenta y cuatro años.
Rojas había nacido el 16 de setiembre de 1882 en San Miguel de Tucumán, luego de la muerte de su padre y con diez años, la familia se traslada a Buenos Aires. Comienza a estudiar derecho, carrera que abandona para dedicarse de lleno a las letras, ¡su gran pasión!
Entre algunos de sus textos más reconocidos se encuentran: el “Archivo Capitular de Jujuy” elaborado con motivo del centenario de la gesta del Éxodo Jujeño-1913-, y la monumental “Historia de la Literatura Argentina”-1917/1922- alrededor de cuatro mil páginas distribuidas en ocho mil volúmenes que se terminaron de editar en 1949.
Escribió poemas, crónicas de viajes, biografías, en total cuarenta libros, uno de ellos “El Santo de la Espada” sobre la vida del General José de San Martín, fue llevado al cine por Leopoldo Torre Nilson en 1970.
Rojas fue uno de los críticos con formación académica que participó en la recuperación del “Martín Fierro” de José Hernández, un libro considerado de escasa categoría para la época.
Creó la primera cátedra dedicada a la Literatura Argentina en la Universidad de Buenos Aires, institución para la cual se desempeñó como rector durante el Gobierno de Hipólito Yrigoyen.
Otro de sus aportes estuvo vinculado con el diagnóstico acerca del agotamiento del modelo cultural de su generación. Sin lugar a dudas, un gran impulsor de una profunda renovación en el país.
Fue embajador en Perú, recibió numerosas distinciones entre ellas el Premio Nacional de Ensayo en 1923.
Tras el golpe de estado de 1930, fue perseguido por sus ideas políticas y detenido en Tierra del Fuego.
Para acercarse al enriquecedor legado de Ricardo Rojas, se puede visitar la vivienda en la que habitó hasta sus últimos días en Charcas 2837. La vivienda fue donada por su esposa al Estado nacional, fue declarada monumento histórico y posteriormente, transformada en el Museo Casa de Ricardo Rojas.
Para visitas, duración cuarenta minutos, los días y horarios son los siguientes:
Jueves, Viernes y Sábado de 14 a 17.
https://museorojas.cultura.gob.ar/
Con acceso libre, gratuito, protocolos sanitarios. Entrada con reserva previa acá
Por visión Porteña
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