Recientemente el papa Francisco nombró tres nuevos Obispos Auxiliares de la Arquidiócesis de Buenos Aires, uno de ellos es el padre Pedro Cannavó, egresado del Colegio Dámaso Centeno y desde el año 2013 y hasta ahora, se desempeñó como capellán.
El miércoles 31 de julio, a modo de despedida, tuvo lugar una misa concelebrada en el patio del colegio. Participaron del oficio, entre otros, los padres Raúl Perrupato y Carlos White.
Durante la celebración se leyeron unas líneas, escritas por el padre Perrupato: “Apenas comenzado el secundario en el Dámaso, Pedro se enferma gravemente y es internado en el Hospital Aeronáutico. Allí hace su primera comunión. ¡Qué grande fue para él ese momento! Aparte de sanarse, decide su futuro. Cualquiera que sea, Cristo ocupará un lugar central en su vida.”
«Terminado el secundario, Pedro siguió participando en las actividades de la capellanía del colegio y con un grupo de alumnos y egresados, participó en Roma de la Jornada Mundial de la Juventud. Acabada la Jornada se quedó en Europa para ir caminando desde Francia hasta el Santuario de Santiago de Compostela. Estas experiencias impactaron en él y al año siguiente decidió entrar al seminario y ser sacerdote.
Hace unos años el Arzobispo de Buenos Aires lo autoriza a desempeñarse como capellán del Dámaso Centeno.»
Al finalizar la misa, recibió como regalo trabajos y dibujos realizados por los alumnos más pequeños del colegio. También el rector, Coronel Juan Sancho Vilarullo, le entregó como presente un báculo, insignia de los obispos.
El evento culminó con un café compartido con todos los presentes en el comedor del colegio, donde no faltó una importante torta que fue cortada por el obispo Pedro Cannavó.
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