La Amazonia pierde los dientes
Por María José López Tavani
500.000 km2. Una cifra. Un número en rojo, un número en filo: la selva Amazonia perdió dicha superficie entre los años 2000 y 2018. Se estima un 8% de su superficie total, los kilómetros, que, por ejemplo, ostenta el país de España. 500.000 km2.
El Pulmón Verde ruge cuando cae el árbol. Un pulmón de biodiversidad. Que convierte el Dióxido de Carbono en el gas para que nuestro organismo obtenga, entre otros, los azúcares que necesita. Imprescindible Oxígeno. Para seguir adelante. Para negar o afirmar que la Madre Tierra no es nuestra sino que somos de la Madre Tierra.
La Amazonia grita. Desde Bolivia, Brasil, Colombia, Ecuador, Guayana Francesa, Guyana, Perú, Surinam, Venezuela; los nueve países que la contienen. No sólo desde su dimensión geográfica sino que, junto a España, son responsables, en mayor o en menor medida, de las causas de la veloz pérdida del Amazonas.
Negocios que hacen a su sangre:
- expansión de la agricultura, que sostiene la dieta usual humana de los animales como alimento
- deforestación, debido a la valiosa madera de ciertos árboles
- legislaciones incompletas, no ejercidas o bien, orientadas a beneficiar a esos pocos, los poderosos, que están definiendo por la humanidad
- concesiones mineras por el potencial de hallar grandes cantidades de oro, cromo, cobre, mineral de hierro, manganeso y estaño
- construcción de carreteras, que además de propulsar la tala también afecta a los animales que viven en los árboles
- represas hidroeléctricas, energía hidráulica, que impacta en cauces de aguas y en sus habitantes, los peces.
Los Reinos de la Naturaleza, rápidamente, se van cerrando sobre sí. Tanto, que se especula que en el futuro una extensión amazónica del 8% se transformará en sabana. Y con ella, cientos de especies animales y vegetales desaparecerán. Hoy, los animales que en mayor peligro de extinción se encuentran son: el Jaguar, el Delfín rosado, la Nutria gigante y el Manatí del Caribe.
Asimismo, en extremo peligro: las cien tribus -aproximadamente- misteriosas, que la habitan. Pobladores originarios. Quienes mantienen débil o ningún contacto con otras etnias. ¿Memoria?, ¿preservación?, ¿miedo? Todas podrían ser probables, considerando la honda masacre de los pueblos originarios a manos de los salvajes conquistadores.
Mientras, numerosos activistas han sido y son asesinados por afirmar: la Amazonia no es nuestra, somos de la Amazonia.
En peligro de extinción: la Vida.
Fuentes
-Greenpeace
-BBC
-WWF
-DW
-Ecología Verde, Beatriz González
-The New York Times, Victor Moriyama