A pesar de las medidas cada vez más en endurecidas con la delincuencia, la inseguridad continúa azotando a algunos barrios. La preocupación de los vecinos, los ataques permanentes y los métodos cada vez más novedosos forman parte de la situación que alarma a los vecinos de la Comuna 5.
La inseguridad continúa siendo un tema pendiente en la agenda política. Las nuevas disposiciones reglamentadas, la presencia policial en las calles y la persecución a la delincuencia no parecen ser suficientes.
El barrio de Boedo se caracterizo siempre por la tranquilidad y relativa seguridad respecto al resto de los barrios porteños. Sin embargo diferentes movimientos sociales desde el 2016 encabezan una organización barrial que busca conservar la seguridad de la Comuna 5.
Luego de la confección del Mapa del Delito, la delincuencia parecía haber dado un paso atrás. Sin embargo desde noviembre de 2018 los robos y ataques vandálicos volvieron a incrementarse.
Los robos en moto continúan siendo la modalidad más usada en las zonas con menor circulación del barrio como la Calle Agrelo.
“Circulan con una moto negra y ya son más de 8 los ataques…lo único que le pido a los vecinos de la zona es que se cuiden en determinadas horas de la tarde… y alerten a los adolescentes que salen de la Escuela a esa hora”, manifestó Edgardo, vecino del barrio.
A pesar de que las denuncias son efectuadas en el momento del ataque, muchas veces no trascienden y la ola de inseguridad continúa liderando en algunas calles del barrio.
Otro de los robos que tomaron relevancia en las últimas semanas fueron los hurtos de picaportes de bronce de las casas más destacadas de la calle México y Mármol.
Según el reporte de los vecinos en el mes de noviembre comenzaron los ataques vandálicos en la zona, los robos de celulares y auto a plena luz del día y el arrebato de mochilas y carteras en las zonas más transitadas.
Algunos recovecos del barrio suelen tener escasa iluminación lo que facilita el avance de lo hechos delictivos.
“Hace un mes aproximadamente un muchacho del delivery fue atacado en plena calle de México Quintino Bocayuna y Treinta y Tres Orientales, mientras regresaba de una entrega. Pensaron que tenía dinero y lo golpearon…no hacía dos semanas que habían baleado a un vecino en la m misma cuadra” relato Florencia Torres.
Los robos a mano armados habían disminuido en 2017, sin embargo volvieron a convertirse en una preocupación desde noviembre del 2018.
No solo el barrio de Boedo padece el infortunio de la inseguridad social. La inseguridad también golpea al barrio vecino de Almagro donde los jóvenes denuncias a menudo el ataque a la salida del colegio Pio IX y alrededores.
“En épocas de clase los chicos saben que deben cuidarse. A mi hijo el año pasado le robaron el celular a la salida de la Escuela por Avenida la Plata. Unos pibes de unos 25 años de edad le preguntaron la hora y cuando el saco el celular para decirles le amenazaron con un arma y le sacaron la mochila el celular y la campera” comento Nilda Leguiza
Si bien las denuncias suelen efectuarse en el momento, muchos vecinos continúan sin respuesta ante el avance progresivo de los hechos delictivos en la zona. “Todo lo que nos queda es poder difundirlo con la ayuda de los vecino, las redes sociales y ustedes los periodistas barriales para poder cuidarnos y alértanos entre todos, ” sentencio Rodolfo Sualverguer.
Si bien las estadísticas policiales no mencionan a Boedo entre los más inseguros de la Ciudad, los vecinos de la Comuna 5 se muestran preocupados ante la falta de respuestas y los pocos avances en éste aspecto.
Uno de los fuertes que caracterizo al barrio durante muchos años fue la relativa seguridad que se respiraba en la zona en relación a otro punto de la Ciudad.
Los vecinos se alarmaban ante cualquier registro de inseguridad considerado que no eran frecuentes y la mayoría de ellos solían conocerse.
Por María Martínez
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