El Museo Argentino de Ciencias Naturales fue inaugurado en el año 1812, durante el Primer Triunvirato por iniciativa de Bernardino Rivadavia. A lo largo de su larga vida se alojó sucesivamente en las celdas altas del Convento de Santo Domingo y más tarde en la Manzana de las Luces. Finalmente el 27 de junio de 1937 se inauguró el actual edificio ubicado en Parque Centenario.
Esta monumental construcción fue realizada de acuerdo a los cánones arquitectónicos y conceptos museológicos vigentes en la primera mitad del siglo pasado. En su momento fue uno de los pocos museos argentinos que contó con un edificio concebido para su función específica.
Los buhos, símbolos de la sabiduría, que se ven en su fachada y las arañas de bronce en sus telas que adornan las puertas, son sólo algunos de los numerosos motivos decorativos de interés, que pueden observarse. En su parte exterior hay importantes altorrelieves realizados por destacados artistas y escultores. Las obras hacen referencia a la flora y fauna autóctona, están esculpidos en mármol y tienen una medida de 2 metros por 1,85, con 12 cm. De profundidad.
El actual edificio es solo una tercera parte del proyecto original, y según una presentación realizada por el Conicet, existen planes para una futura ampliación.
En el vestíbulo de entrada se puede observar la balaustrada de la escalera que reproduce en hierro forjado caracoles de tierra estilizados, y una escultura que representa unos monos trepando a un tronco.
Sobre las puertas interiores que dan acceso a la Sala de Mineralogía y Geología y al Acuario, hay altorrelieves que muestran respectivamente a un perezoso y a un puma. Las ménsulas que sostienen las vigas tienen forma de murciélagos. Preside el vestíbulo un busto de Bernardino Rivadavia, fundador del Museo.
También se encuentra emplazada, en el hall de entrada, la estatua de Germán Burmeister, quien fuera durante treinta años director de la institución, desde 1862 hasta su muerte en 1892. La obra fue realizada por el escultor alemán Ricardo Aigner.
Según el proyecto original, el Museo tendría su entrada principal por el Parque Centenario, sin embargo esto nunca se concretó.