En un audaz escape registrado la noche del martes, cuatro detenidos burlaron la seguridad de la Comisaría 3B de la Policía de la Ciudad, situada en el barrio de Constitución, llevando a cabo su fuga durante el momento de la cena, tras reducir a uno de los celadores.
Los fugitivos, identificados como Leonel Sacha, Lautaro José Ramón Quinteros, Iván Gómez Arcos y Axel Ezequiel Torres, aprovecharon la oportunidad de emboscar al celador encargado de la distribución de alimentos en la celda común. Este hecho tuvo lugar en la sede de la comisaría, ubicada en la calle Catamarca al 1300, justo debajo de la autopista 25 de Mayo.
Quinteros, con un historial delictivo a sus espaldas, había sido condenado en noviembre de 2021 a dos años y un mes de prisión en suspenso por el Tribunal N°1 de la Ciudad de Buenos Aires. Esta condena se sumó a otras causas en su contra, incluyendo robos en la vía pública y delitos agravados por escalamiento.
Esta fuga se inscribe en una serie de incidentes similares que han ocurrido en los últimos meses en comisarías de la Policía de la Ciudad. La sobrepoblación de detenidos se ha convertido en un problema recurrente en estas dependencias, similar a lo que enfrenta la Policía Bonaerense, y es un factor clave en la problemática del sistema penitenciario argentino.
Según informes oficiales, la situación se agrava desde el inicio de la pandemia y la implementación de la cuarentena en marzo de 2020, ya que el Servicio Penitenciario Federal restringió la admisión de nuevos detenidos en las dependencias de la Ciudad de Buenos Aires. Esto ha llevado a un aumento significativo en la cantidad de personas alojadas en alcaidías y comisarías, llegando a un 216% por encima de su capacidad. Cabe señalar que, según la normativa vigente, los detenidos con condena o procesamiento no deben permanecer en comisarías, sino ser trasladados a establecimientos penitenciarios.
Este escape recuerda episodios previos, como el intento de fuga en la Comisaría Vecinal 4B en Boedo el 13 de julio, en el que tres policías de la Ciudad resultaron heridos, así como la huida de tres detenidos en la Comisaría 1B, ubicada cerca del Palacio de Tribunales, siete días antes. Además, el 4 de marzo, cuatro detenidos alojados en la Comisaría 7C de Flores también lograron escapar por los techos.
La Policía de la Ciudad enfrenta el desafío de mejorar la seguridad en sus comisarías y abordar la creciente sobrepoblación carcelaria en las mismas, a fin de evitar futuras fugas y garantizar la integridad de los detenidos y el personal policial.
Por Visión Porteña
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