Como todos sabéis, la miopía es un fallo refractivo. Los que lo sufren, ven los objetos próximos con mayor claridad que los lejanos, los que ven turbios. Esto se genera como consecuencia del cristalino y la córnea, que refractan los rayos de luz entrantes a fin de que la retina pueda enfocarlos con precisión desde la parte trasera del ojo. La miopía se da cuando nuestros ojos enfocan delante de la retina en vez de hacerlo sobre ella. Ahora, científicos de la Universidad de Murcia han descubierto, conforme notifica PLoS One, que todos y cada uno de los ojos se vuelven miopes en la obscuridad.
El descubrimiento ha tenido sitio a través de una técnica que se emplea en astronomía basada en la óptica adaptativa, que en su área “suprime el efecto de turbulencia atmosférica en los telescopios”. A través de una luz infrarroja, midieron el nivel de miopía que se generaba en la obscuridad en diferentes condiciones luminosas y ópticas.
Conforme declara Pablo Artal para Europa Press: “Clínicamente, se pueden generar síntomas visuales por desenfoques tan pequeños como 0,5 dioptrías, mas estos solo se superan en la miopía nocturna en condiciones inusualmente bajas de iluminación”. Hasta el momento no se tenía la mejor tecnología para efectuar estas mediciones, en tanto que previamente se creía que este efecto causaba un quince por ciento de pérdida visual (uno con cinco dioptrías), y que esto provocaba un aumento en los accidentes de tráfico.
