Más allá de ninguna postura triunfalista, que resultaría totalmente negativa, es necesario mostrar los números de la emergencia sanitaria de la última semana. Analizándolos podremos visualizar que, hay una serie de hechos que son positivos y otros que permanecen preocupantes
Tomando los datos difundidos por Ministerio de Salud de la Nación, se puede apreciar una disminución del promedio de contagios diarios. Nos referimos a lo ocurrido durante la última semana. Es la segunda que se mantiene esa tendencia. La cifra de estos siete días, arroja un total de 206.761 casos. Lo que produce un promedio diario de 29.537, contra 31.369 de la anterior semana. Hablamos de lo que ocurre en términos generales en todo el territorio nacional. En lo que concierne al AMBA, tanto en la ciudad como en el conurbano, que representan los distritos más complicados, se produce la misma característica.
En contraste con esta situación, lugares como Córdoba y Santa Fe, siguen con cifras bastantes altas y las autoridades locales están proyectando restricciones más severas. Cuando queda solamente una semana para terminar esta etapa donde se comenzó con esos nueve días estrictos de aislamiento y continuó con una reapertura desde el lunes 31. Siguió con la vuelta a la disminución de la circulación de este fin de semana el lunes 7 hasta el viernes 11, otra vez este estilo, un poco más laxo, en cuanto a prohibiciones.
Esta intermitencia temporal de abrir y cerrar que se la denominó ASPI, Aislamiento Selectivo Planificado e Intermitente, es un nuevo ensayo para controlar la propagación del virus, disminuyendo la circulación. Otro factor que se ha intensificado, es el aumento de los testeos. Ya es posible testearse en forma voluntaria en infinidad de centros habilitados para realizarlos. Cualquiera puede concurrir a alguno de estos dispositivos, ponerse en la cola y obtener un control del posible contagio. Esto ha generado aumentar sensiblemente la cantidad de test realizados.
Alcanzando valores más cercanos a las que reclaman muchos de los especialistas en pandemias. Ellos dicen que para bajar la tasa de positividad de los testeos era necesario aumentar los mismos. Quedó demostrado que la ecuación es válida. Se pasó del 50%, cuando comenzó la segunda ola, a debajo del 30% en esta semana. Todavía está muy lejos de los valores recomendados. Pero queda la certeza que, es por este camino que se puede lograr contener la escalada de casos. En esta semana, la cantidad de 692.824 testeos, marcó la cifra más alta desde el comienzo de la pandemia. Lo bueno es que la positividad fue del 29,8%. La semana anterior, con 683.273 controles realizados, se encontraron un 32,1% positivos.
El otro pilar fundamental es la vacunación. También la diferencia se está marcando por la conjunción de más vacunas con más testeos. Otro de los axiomas prioritarios que, en este momento, están comenzando a acelerar la intensidad de su aplicación. Los resultados comenzaron a mover ligeramente el amperímetro hacia la baja. Es suficiente para generar optimismo y comprender que se debe seguir de esta manera. Si es posible, aumentando ambos factores. Vacunas y testeos. Sin olvidar jamás el cuidado personal. Las vacunas, por fin comenzaron a llegar en las cifras necesarias para inmunizar, al porcentaje adecuado de población, y controlar la pandemia.
Hasta ahora se recibieron unos 18 millones de dosis y se han aplicado alrededor de 13,7 millones. Se espera que sigan arribando en tiempo y forma. Lo que permite seguir hacia adelante. La distancia es bastante larga para bajar a niveles lógicos la cantidad de casos. Todos estos datos descriptos más arriba, muestran la parte positiva de la situación sanitaria. Pero todavía hay números que preocupan. Todavía no se han reflejado, en los valores de ocupación de camas de terapia intensiva y en los fallecidos.
Permanecen internados, en esas condiciones 7731 pacientes lo cual es una cifra muy alta. Es comprensible que bajarán de acuerdo a que se sostenga el descenso de la cantidad de contagiados. Eso llevará un tiempo en visualizarse. También, la cantidad de fallecidos es crítica. En esta semana el promedio marcó 537 diarios. El de la semana anterior había registrado 489 fallecimientos. Deberán pasar unos diez días para que las buenas cifras de los primeros datos se trasladen a estos últimos temas, como las plazas de UTI y fallecidos.
Por Francisco Grillo
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