Este emblemático espacio gastronómico y por qué no decir, cultural de la Ciudad, uno de los referentes del esplendor de Buenos Aires, y de los valores del siglo pasado, luego del parate impuesto por la pandemia y la cuarentena decretada el año pasado, los equipos que llevan a cabo con gran criterio y talento las obras de puesta en valor y remodelación, retomaron las actividades.
Entre las tareas que se encuentran en marcha, se destaca la revalorización del impactante vitral ubicado en el techo de la tradicional confitería ubicada en la inmejorable ubicación de Suipacha 384, a pasos, de la renovada Avenida Corrientes.
Sobre este tema, el responsable de la restauración, el arquitecto Alejandro Pereiro, manifestó: “Con el correr de los años, sumada la falta de mantenimiento apropiado, el vitral se fue deteriorando al punto de perder algunos paños que lo componían, en especial las medias esferas que se ubican en las puntas del mismo…Apenas entré a la confitería y vi el vitral, me pareció muy interesante el desafío y no dudé en aceptar la propuesta”.
Fue convocada la reconocida artista/especialista María Paula Farina Ruiz, quien además del vitral, se ocupará de la puesta en valor del icónico bombonero del local.
La joven profesional argentina que fue la primera extranjera en ser aceptada en el Centro Internacional de Vitrales de Chartres en Francia-referente mundial de la especialidad-se desempeñó anteriormente en la Casa Rosada, la Confitería del Molino, el Palacio de Paz, y la Cúpula de la Estación Mitre.
Un poco de historia
La Confitería Ideal fue inaugurada en 1912 de la mano del comerciante de origen gallego, Manuel Rosendo Fernández, luego del brillo y el suceso, con los años fue ingresando a una profunda decadencia.
Supo ser una pastelería y repostería célebre, en la búsqueda por reinventarse sus dueños tomaron la decisión de habilitarla como sala para recitales de rock y tanguería/milonga… No prosperó, y el cierre no tardo en llegar…
En 2016 un Grupo dedicado a la Gastronomía compró la “Ideal” y de inmediato plantearon un proyecto basado en la más amplia renovación del predio pero respetando el estilo original, característico otorgado desde la fundación.
El edificio en su totalidad abarca alrededor de dos mil metros cuadrados, los cuales están distribuidos en tres plantas y dos entrepisos.
Se puede apreciar una escalera de notable diseño, la que con encanto, vincula el área principal de planta baja con el primer piso, cada uno de cuatrocientos metros cuadrados.
Estas confiterías centenarias “de alta gama” funcionaron además como lugares destinados a la socialización.
Por sus atractivas mesas pasaron, entre otros, Jorge Luis Borges, Juan y Eva Perón, Luis Sandrini, Maurice Chevallier, María Félix, Adolfo Bioy Casares, Yoko Ono, Charlie Watts, etc.
Para quienes quieran conocer cómo era la Confitería Ideal, del barrio de San Nicolás, bar notable, un lugar único e histórico de la CABA, no tienen más que ver las películas “Tango” de Carlos Saura, y “Evita” con el protagónico de Madonna y la dirección de Alan Parker.
Por Visión Porteña
The post Confitería Ideal, un tesoro porteño appeared first on Visión Porteña.