Según los investigadores de la Facultad de Ciencias Exactas de la Universidad de Buenos Aires, que realizan la tarea de monitorear la población del insecto, señalaron que estamos en la época de nacimiento de los mosquitos, por lo que este es el momento de comenzar con la prevención.
Los huevos del mosquito doméstico Aedes aegypti, que transmite el virus del dengue, comienzan a eclosionar con el calor. A su vez, el zika, el chikungunya, la dirofilaria y la fiebre amarilla, que afectan gravemente a los perros también.
La época invernal y las bajas temperaturas es cuando se mantienen en estado de latencia, para luego generar los primeros adultos.
Esto fue detectado por los investigadores de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales de la Universidad de Buenos Aires, ya que monitorean todo el tiempo las poblaciones del mosquito.
El director del Grupo de Estudio de Mosquitos (GEM) Nicolás Schweigmann señaló que: “En la medida en que aumenten la temperatura y las lluvias, la población crecerá hasta alcanzar su pico en la segunda semana de enero. Es el momento ideal para tomar medidas de prevención”.
Una de las primeras y más importantes medidas de prevención es evitar que los objetos acumulen agua, para eso es necesario darlos vuelta o taparlos para impedir que la hembra de mosquito deposite allí sus huevos.
Schweigmann destaca que “Si se le quitan los recipientes que acumulan agua, el insecto estará complicado para reproducirse. Se hace así un control de natalidad efectivo. Aunque no se logre extinguirlo completamente, se pueden bajar los niveles de umbral de transmisión”.
Se dice que el Aedes aegypti es un mosquito doméstico, porque no se aleja más de 40 o 50 metros de su criadero y esto afecta a las personas que estén dentro de su radio de acción.
“Al zika, chikungunya, dengue, fiebre amarilla y otros cuadros se suma hoy la dirofilaria, que afecta el corazón de los perros y en el ser humano puede producir nódulos en los pulmones. En la provincia de Buenos Aires, estudios veterinarios mostraron que entre el 10 y el 15% de las mascotas caninas la padecen. Esto me preocupa más que el dengue porque todo el año hay posibilidad de transmisión”, manifestó Nicolás Schweigmann.
Y agrega que “La hembra entra en el frasco, atraída por el agua, para poner el huevo”, si alguien ve unos pequeños granos negros de arroz de ½ milímetro de largo, significaría que muy cerca hay un criadero del insecto. “Con los vecinos se puede armar una red de WhatsApp y avisar si el sensor detectó huevos para organizar una búsqueda del tesoro, es decir, de sitios de cría, con el fin de eliminarlos. O, al menos, avisar que hay Aedes para estar prevenido, y si uno tiene síntomas de dengue o si su perro padece dirofilaria se sabe por qué” aconseja el director de GEM.
