Los investigadores del Conicet, ubicado en la calle Godoy Cruz 2290, del barrio de Palermo, diseñaron un dispositivo que esparce ozono, que se adhiere a la estructura molecular del virus y lo destruye, para esparcirlo en los espacios públicos de la Ciudad, de manera rápida, sencilla y eficiente.
El cañón que expande grandes cantidades de ozono, emite micro descargas eléctricas, generadas entre placas cerámicas, en las que se aplica un potencial que puede variar de 3.500 a 20.000 voltios, y producir una gran concentración de ozono. Este sistema es mucho más efectivo que la los rayos ultravioletas, ya que el gas de ozono llega a todos los rincones que la luz no alcanza. Según los expertos, el gas de ozono es el esterilizante y desinfectante más potente que existe, y es completamente inofensivo para la salud de los seres vivos, ya que es un gas compuesto por tres átomos de oxigeno, al que ninguna persona es alérgica, y es 3000 veces más potente que el cloro, que si puede ser perjudicial para la salud.
Esta nueva tecnología, podrá utilizarse en espacios públicos, como aulas de escuelas y universidades, centros de salud, laboratorios, restaurantes, oficinas, hoteles, como también en ambulancias, patrulleros, colectivos y trenes. Además se puede programar la concentración de ozono en el sitio, y determinar la carga deseada, de acuerdo al espacio que se desea esterilizar. Un aula escolar, de tamaño mediano, puede desinfectarse en tan solo quince minutos. La Organización Mundial de la Salud (OMS), señalo que el ozono es el desinfectante más potente que existe para eliminar todo tipo de microorganismos, virus, bacterias, hongos y es muy eficaz contra el coronavirus, ya que según los últimos estudios realizados por la entidad, quedo demostrado que elimina el 99 % del virus COVID-19, en tan solo 20 segundos. Se puede decir que el ozono no tiene límites en la cantidad y en los tipos de especies de microorganismos que puede eliminar, dado que actúa sobre estos en varios niveles. Es un gas que llega a todos los rincones con total garantía de desinfección.
Científicos del Conicet idearon un cañón de ozono para desinfectar los espacios públicos de la Ciudad de Buenos Aires.
