Hace más de 5 años una réplica de la Virgen de Chiquinquira llegó a Buenos Aires y se instaló en la Parroquia Nuestra Señora de Caacupé, frente al Parque Rivadavia, donde miles de venezolanos migrantes tienen la posibilidad de visitarla, hacer sus peticiones y hasta celebrar la feria que en su honor se hace cada 18 de noviembre.
El gobierno de la ciudad ha declarado a la Chinita patrimonio de Buenos Aires, pues es una de las fiestas que reune más migrante venezolanos. Y en ese sentido, este año se dispuso cerrar una parte de la Av Rivadavia para que todos puedan acompañar a la amada Chinita.
Además este año será la primera vez que se otorgue el galardón chiquinquireño, un premio que el público dará con sus aplausos, a las agrupaciones gaiteras que hacen vida en Argentina.
«La Chinita» es la Advocación Mariana venerada por los feligreses católicos en el estado Zulia. Las actividades iniciaron a las 11 de la mañana del domingo 26 de noviembre con la misa en honor a la Virgen de Chiquinquirá, presidida por el párroco Eusebio Hernández, la cual fue sacada en procesión desde la iglesia hasta el enorme escenario montado en la avenida Rivadavia.
Se presentaron numerosas bandas y el cierre estuvo a cargo de Migración Gaitera, quienes despidieron a la virgen con la bendición del padre Eusebio Hernández, capellán de la comunidad venezolana en Argentina.
La animación estuvo a cargo de Rosedalys Contreras y Dino Rampini, quienes estuvieron las primeras horas y le dieron el relevo a Eliécer Cisneros, Jesús “Chuy” Pérez y a Sofía Nunes, quienes estuvieron hasta el final de la actividad. Estuvieron presentes en calidad de invitados Federico Ballán, presidente de la Comuna 6 y Clara Muzzio, vicejefa de gobierno electa.