La llamada “avenida que nunca duerme” sufre una caída del consumo, producto de la crisis, entre otros factores.
Además, desde que se transformó en peatonal, se ha incrementado al doble el valor del metro cuadrado, situación que sumado a la crisis económica, termina perjudicando a muchos.
La famosa avenida sufrió un cambio notable en el último tiempo como consecuencia de la crisis económica que se vive en el país, por lo que sus comercios se fueron cerrando, pero muchos de los dueños no pudieron volver a alquilarlos.
En abril de este año, luego de casi dos años de obras, una parte de la Avenida Corrientes se convirtió en peatonal. Eso tuvo como consecuencia que la zona quede “intransitable” por lo que los comercios comenzaron anotar una baja importante en las ventas, por lo que finalmente tuvieron que cerrar.
En la actualidad, las cuadras que van desde Avenida Callao hasta Avenida 9 de Julio (7cuadras) tienen muchos locales cerrados, algo que no ocurría desde hace mucho años.
En principio esta crisis de los comercios de la calle Corrientes, se debe por la baja en la ventas, el poco consumo, sumado a que los alquileres y los servicios aumentaron al doble.
La Churrasquita, local gastronómico ubicado en Avenida Corrientes 1220, tuvo que cerrar, desde hace mas de 1 mes tiene colgado en su puerta un cartel que indica a sus clientes que está cerrado por reformas”.
La misma suerte corrió la chivitería uruguaya La Pasiva. Otro local que cerró (a principios de 2018) es Musimundo (esta cadena ya cerró muchos locales a lo largo del país). Cerca de este, cerró la librería Liberarte, donde ahora funciona la heladería Iceland.
Por otro lado, afortunadamente se reabrirá La Giralda, pero recién en 2020. La noticia la dio a conocer uno de los dueños de la mítica confitería La Opera, Gabriel García: “Corrientes ya no tiene noche. Hace 40 años atrás, el turno noche de un bar vendía el doble que los otros dos turnos, era otro país. La peatonal trajo más gente, pero el consumo cayó más de un 30%, sólo en los últimos tiempos. Los locales no se alquilan porque los dueños se avivaron y ahora piden el doble que antes. No dan los números”.
