En el segundo trimestre de 2024, la pobreza alcanzó el 32,1%, marcando el segundo peor registro en la última década. La indigencia, por su parte, se sitúa en el 13,5% de la población.
La pobreza en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA) afecta actualmente a casi un millón de personas, alcanzando un índice del 32,1% en el segundo trimestre de 2024. Este dato se traduce en aproximadamente 989.000 individuos en situación de pobreza y 358.000 hogares afectados, lo que representa el segundo registro más alto de la serie histórica iniciada en 2015, solo superado por los índices observados durante el Aislamiento Social Preventivo y Obligatorio (ASPO) en 2020.
De acuerdo con el Instituto de Estadísticas y Censos, la indigencia impacta al 9,2% de los hogares, lo que equivale a 125.000, y al 13,5% de las personas, unos 417.000 individuos. Estas cifras son comparables a las registradas al inicio de la pandemia, lo que indica un retroceso significativo en la situación socioeconómica de la población porteña. Dentro del grupo de personas en situación de pobreza, un 34,8% de los hogares presenta carencias de ingresos, y este porcentaje se eleva al 42,1% entre los individuos en condiciones extremas.
Asimismo, los datos a nivel nacional reflejan una tendencia preocupante, con un índice de pobreza total en Argentina que llegó al 52,2%, incrementándose 12,8 puntos porcentuales en el último año. En este contexto, resulta esencial destacar que ciertos grupos de la población presentan tasas más altas de pobreza. Por ejemplo, los hogares encabezados por mujeres muestran una incidencia del 31%, en comparación con el 21,5% de aquellos liderados por hombres. De igual forma, la pobreza en hogares con un miembro desocupado es 2,6 veces más alta que la media general. En tanto, aquellos que dependen de servicios domésticos enfrentan una tasa alarmante del 61,1%.
La situación es particularmente crítica en la zona sur de la Ciudad, donde se registra una incidencia de pobreza del 42,4%. Los hogares con niños menores de 14 años también se ven gravemente afectados, con una tasa de pobreza del 39,9%, que aumenta proporcionalmente con el número de hijos a cargo. Además, el 45,4% de los niños y adolescentes de CABA, es decir, aproximadamente 304.000 personas, viven en condiciones de pobreza, lo que representa un aumento de 5,8 puntos porcentuales respecto al 39,6% del año anterior.
Por otra parte, el ingreso per cápita familiar en los hogares en situación de indigencia se situó en $76.510, mientras que aquellos en pobreza no indigente percibieron un ingreso promedio de $203.506. Para que cada hogar en situación de pobreza pudiera salir de esa condición, se requeriría un promedio de $283.071, equivalente al 39,5% de la Canasta Básica Total (CBT).
Al sumar los hogares en situación de pobreza y vulnerabilidad, se alcanzó un total del 38,3% (aproximadamente 519.000 hogares), que alberga al 42,8% de la población, es decir, unas 1.320.000 personas. Este agregado de población se incrementó desde el 40,2% del año anterior, lo que indica una tendencia alarmante.
La clase media, por su parte, también ha sufrido un notable retroceso, representando el 44,2% de los hogares de CABA y el 39,6% de la población (alrededor de 598.000 hogares y 1.221.000 personas). Sin embargo, su participación ha disminuido en 5,2 puntos porcentuales en hogares y 5,5 puntos en población en el último año, marcando las cifras más bajas desde el inicio de la serie histórica en 2015.
Además, el estrato de mayor nivel de ingresos, denominado “sector acomodado”, se ha reducido considerablemente, con apenas el 5,3% de la población de CABA en esta categoría. Esta proporción ha ido disminuyendo progresivamente en los últimos años, comparada con el 11,8% que representaba hace una década.