“Botellas de amor” es una iniciativa impulsada por el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires y la Fundación Botellas de Amor transforma residuos plásticos en madera. El proyecto se completa con otros dos objetivos: educación ambiental en las escuelas y creación de puestos de trabajo para recicladores.
En las botellas de amor se pueden poner paquetes de fideos, de snacks, de alfajores, de galletitas. Todos esos plásticos hoy en día no cuentan con mercado de reciclaje y se pueden reintroducir de vuelta en el proceso productivo para transformarse en nuevas cosas. Una vez que la botella está llena de esos residuos, solo queda consultar en la web dónde está el punto verde móvil más cercano y allí lo pueden dejar (https://www.buenosaires.gob.ar/agenciaambiental/puntos-verdes/punto-verde-movil/cronograma-de-puntos-verdes-moviles)
El proceso de transformación se realiza en la planta que la empresa 4E Madera Plástica, en Bernal. Hasta allí llegan las botellas de amor -envases rellenos con residuos plásticos de consumo diario- que los vecinos de la Ciudad entregan en los puntos verdes móviles que tiene la Secretaría de Ambiente porteña.
Una vez dentro de la fábrica, las botellas llegan a mano de los recicladores, quienes las abren para separar el envase de PET -que volverá a convertirse en botella- y el resto de los residuos plásticos: paquetes de galletitas, snacks y fideos; cepillos de dientes; máquinas de afeitar sin el cabezal, etc.
El siguiente paso es clasificar ese contenido, separarlo y someterlo a un proceso que convierte al plástico en una especie de papel picado. Esa mezcla pasa por una extrusora que la calienta hasta volverla maleable, como si se tratara de una inmensa masa de plastilina
Por último, el material se inyecta en moldes de hierro que son enfriados en una pileta y le dan forma de machimbres, listones de distintas medidas y postes.
En la carpintería se realizan las terminaciones que permitirán usar esa madera plástica -más resistente a la corrosión, a la humedad y a las plagas que la real- para construir muebles, maceteros y juegos de plaza para niños. También en tablones como los que se usaron para renovar el piso del Puente de la Mujer, en Puerto Madero, y en otros mobiliarios urbanos adquiridos a través de un convenio de intercambio con la Agencia de Protección Ambiental de la Ciudad.
La empresa comenzó a funcionar en 2018, con foco en la cuestión ambiental y también en lo social. Al mismo tiempo, la 4E busca favorecer la inclusión social. Actualmente, la empresa tiene 32 empleados.
Botellas de amor: ¿cómo se arman y qué se puede poner?:
En lo que va de 2022, la Secretaría de Ambiente recolectó en los puntos verdes móviles más de 4,5 toneladas de plástico a través de las botellas de amor. Ese número trepa a 25 toneladas desde que se puso en marcha el programa, en 2019.
Los vecinos que quieren sumarse a la iniciativa deben utilizar una botella y rellenarla de plásticos comprimidos. Se recomienda empujar con una cuchara o un palo de madera. Una botella de 1,5 litros debe pesar aproximadamente 500 gramos.
Dentro del envase se colocan plásticos de un solo uso, como envoltorios de comida, bolsas de supermercado, tapas plásticas, sorbetes, vasos, cubiertos y platos descartables, paquetes de fideos, arroz, legumbres, bolsas de supermercado, paquetes de galletitas, pan, alfajores.
También pueden incluirse paquetes de papel higiénico, rollo de cocina y toallitas femeninas, blister de remedios, sachets de leche, papel film, repuestos de productos de limpieza, etiquetas de botellas y cepillo de dientes. Todo debe estar limpio y seco.
No van papel, cartón, globos, metal, arena, vinilos, telgopor, guantes de latex, radiografías, esponjas, aluminio, paquete de yerba, tierra, tetra pack y telas.
Los puntos verdes móviles reciben además pilas, aceite usado de cocina, aparatos eléctricos y electrónicos, cartuchos de tinta y tóner, tela friselina y lámparas en desuso. Para consultar su ubicación, ingresar aquí
Las botellas de amor también pueden entregarse en los 75 Puntos Verdes Fijos que tiene el Ministerio de Espacio Público e Higiene Urbana de la Ciudad, 51 de ellos ubicados en parques y plazas.