En Radio AMEP, en el programa “Boedo, otra mirada” ( jueves de 15,30 a 17), su co-conductor Mario Bruno, en un programa imperdible, recibió la visita de Ricardo Lopa, abogado, profesor, escritor, editor y reconocido vecino de Boedo homenajeando a Julián Centeya, quien hoy hubiera festejado un nuevo cumpleaños.
Entre historia, anécdotas, música y recuerdos, se desarrolló un excelente programa, donde entrevistado y entrevistador, entablaron un ameno diálogo. Así, la rica personalidad del homenajeado dio motivo a un singular despliegue de interesantes datos sobre la ciudad a la que amó y sobre Boedo, el barrio que fue suyo por adopción y que lo recibió generoso.
Quienes no conocían en toda su trayectoria a Centeya, apodado con justicia “el Hombre Gris de Buenos Aires”, pudieron hacerlo de una manera ágil , amena y no por eso menos didáctica.
Investigando un poco, nos enteramos que Ricardo Lopa en abril de 2013 presentó su libro «Julián Centeya, el soñador del cuore errante», lo que demuestra la profundidad y el amor con que encaró la investigación del tema, y que se hizo evidente durante el transcurso del programa.
Lopa próximamente se incorporará a la programación de Amep con un espacio propio donde expondrá sus amplios conocimientos sobre el tango y sus figuras más destacadas.
También participaron y aportaron lo suyo al programa, Marina Bussio, co-conductora, quien se integró con sus comentarios, y la columna de Hernán Vizzari con interesantes datos.
Contribuimos al recuerdo de Julián Centeya transcribiendo una “perlita”, se trata de una de sus poesías autoreferenciales más emotivas:
Mi viejo
“Quisiera amasijarme en la infinita
ternura de mi barrio de purrete
con un cielo cachuzo de bolita
y el milagro coleao del barrilete
Verlo a mi viejo
un tano laburante que la cinchó parejo, limpio y largo
y minga como yo
un atorrante
que la va de “sover”
y se hace el raro
Vino en “Conte Rosso
fue un espiro
tres hijos, la mujer, a más un perro
como un tungo tenáz cinchó de tiro
todo se lo aguantó: hasta el destierro
y aquí palmó
aquí yace adormecido
mi viejo, el pobre tano laburante
se las tomó una noche de descuido
y nos dejó un recuerdo lacerante
Qué mundo habrá encontrado en su apoliyo
si es que hay un mundo pa los que se piantan
quizás el cuore suyo se hizo grillo
y su mano cordial es una planta.”
Marta Victory para AMEP