Los docentes del Colegio Nº 2 Sarmiento, del barrio de Recoleta, recorren el Barrio Mugica, buscando a sus alumnos, para promover la continuidad escolar.
Desde hace seis años que, con el objetivo de promover la reinserción escolar, y evitar que chicas y chicos abandonen sus estudios, los docentes del Colegio nº 2 Sarmiento, de Recoleta, recorren casa por casa el vecino barrio Padre Mugica -la ex Villa 31-, donde vive el 70% de sus alumnos.
Esta costumbre de los docentes, la llevan adelante “totalmente ad honorem y sin recursos”.
En este sentido, la profesora de historia Luciana Oddi, junto a su entonces colega Carlos Gamboa, idearon esta actividad, para ayudar a los estudiantes del colegio N° 2 Domingo Faustino Sarmiento, de la ciudad de Buenos Aires, a que no dejen la escuela secundaria.
Hace seis años, cuando comenzaron con esta iniciativa, no llegaron a imaginarse la importancia que con el tiempo cobraría ese proyecto.
Desde el 2016, “Tutorías de Intervención Territorial” se convirtió en una herramienta para sostener la matricula del turno noche, así como también resultó siendo fundamental en épocas de pandemia, ya que muchos de los estudiantes venían con una situación de alta vulnerabilidad social y se habían “desconectado” completamente de las clases.
La profesora de historia, Luciana Oddi contó que los últimos dos años, de pandemia, fueron muy complicados.
“Hubo muchos factores que hicieron que los chicos se alejen”, dijo Oddi y agregó que uno de los motivos era la falta de conectividad, ya que la mayoría tenía “un solo celular para toda la familia” y no contaban con buena señal de Internet; la necesidad de asumir roles adultos –como trabajar o cuidar hermanos o hijos–; la dificultad de estudiar solos y la baja autoestima, que se acrecentó “con la angustia y la depresión” que tuvieron muchos jóvenes y adolescentes.
Aun así, cuando la escuela volvió a la presencialidad en 2021, muchos alumnos seguían ausentes y entonces salieron a buscar a los estudiantes casa por casa. “Totalmente ad honorem y sin recursos”, explicó la docente.
Y agregó que “Cuando nos atendían, ellos o los padres, algunos nos decían que no volvían porque habían perdido el año o no sabían cómo rendir tantas materias”.
“Si no se puede lograr una continuidad curricular de ese ciclo, se trabaja la matriculación porque lo que queremos es que se queden en la escuela”, dice la profesora.