Finalmente las obras ya se pueden apreciar sobre la cúpula, cubierta y fachadas, totalmente intervenidas, renovadas, y luego de casi treinta años, fueron retirados mil ochocientos metros cuadrados de andamios que generaban una imagen de precariedad y abandono de la tradicional esquina de Avenida Rivadavia y Callao. Desde 1997 cuando se dispone el cierre hasta 2018, cuando se inicia el proceso encaminado hacia la puesta en valor, la estructura fue vandalizada en varias oportunidades.
La recuperación del imponente edificio que durante el 2021 cumplirá ciento cinco años, ya es un hecho, algunos datos sobre los trabajos realizados hasta el momento: las aspas volvieron a girar y van a ser iluminadas a través de un sistema de luces LED, se profundizó la higiene sobre la icónica cúpula donde también se incorporaron cerámicas, maderas, revoques y ornamentaciones, sobre los frentes se llevaron a cabo tareas de limpieza profunda sin dañar las estructuras edilicias, mediante la metodología de nebulización que propone un hidrolavado suavizado, todas las piezas faltantes fueron cubiertas con réplicas originales, hasta las esculturas de los cuatro leones alados parte fundamental del arte característico del frente de la Confitería, fueron restaurados a partir de imágenes aportadas por los vecinos conjuntamente con herramientas de modelado en tecnología 3 D, su peso es de ochocientos kilogramos y cada uno fue moldeado sobre la superficie y luego elevados a cúpula…las terrazas y las múltiples filtraciones felizmente reparadas…
Al respecto la Ministra de Espacio Público e Higiene Urbana, Clara Muzzio, señaló: “La Confitería del Molino es uno de los tantos edificios históricos que tiene la Ciudad…En los últimos meses estuvimos trabajando en la fachada, cubierta y cúpula, conservando su imagen y espíritu original, con el fin de destacar su valor patrimonial para que los vecinos/as puedan volver a disfrutarlo”.
Un poco de historia
La construcción fue diseñada por el arquitecto italiano, Francesco Gianotti, que se caracteriza por el estilo Art Nouveau.
La Confitería del Molino fue un auténtico punto de encuentro de la intelectualidad, la política, el arte y la cultura nacional y del exterior también, que marca y describe el esplendor de toda una época de la Argentina.
Este Monumento Histórico Argentino fue transferido, luego del cierre en 1997, al Congreso de la Nación en 2014. La Comisión Administradora del Edificio del Molino tomó intervención en 2018, iniciándose así una nueva etapa orientada a la recuperación.
Por Visión Porteña
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