La Comisión Nacional de Actividades Espaciales (CONAE) junto a la empresa de desarrollos aeroespaciales, Veng, avanzaron con el cierre del prototipo de tanque de la primera etapa del lanzador Tronador II, en Pipinas.
En Pipinas, Provincia de Buenos Aires, técnicos y especialistas de la Comisión Nacional de Actividades Espaciales (CONAE) y de la empresa de desarrollos aeroespaciales, Veng, avanzaron con el cierre del prototipo de tanque estructural de la primera etapa del lanzador argentino de satélites Tronador II, que se desarrolla en el Centro Espacial Punta Indio (CEPI) y permitirá situar a la Argentina entre los 10 países que dominan el ciclo espacial completo. El CEPI fue el lugar donde se finalizó la fabricación de todos los componentes del tanque prototipo llevado adelante por especialistas de la empresa público privada argentina de desarrollos aeroespaciales VENG y de la Comisión Nacional de Actividades Espaciales (CONAE).
Hito Tecnológico
El prototipo constituye un hito para el proyecto de lanzador Tronador II, dado que es la tecnología habilitante que permitirá alcanzar la fabricación final de los tanques estructurales de primera etapa, que cumplen de manera simultánea la función de fuselaje y almacenamiento de los propelentes.
Con 3,5 metros de longitud, 2,5 metros de diámetro y 3,2 milímetros de espesor, el prototipo fue soldado por el método de fricción-agitación bajo estándares internacionales de la American Welding Society, una tecnología de uso inédito en el país. Todos sus componentes son de aluminio 2219 de uso espacial.
La recuperación del Ministerio de Ciencia cerrado por Macri en su anterior presidencia fue vital para este proyecto y junto a la CONAE y en VENG, así como con otras instituciones y pymes nacionales, llevan adelante este lanzador de muy alta calidad para la soberanía tecnológica Argentina.
Sobre el prototipo de tanque y el Tronador II
El desarrollo y fabricación del Tronador II forma parte del programa de Acceso al Espacio de la CONAE que se enmarca en el Plan Espacial Nacional, y tiene por objetivo colocar satélites en órbitas bajas a 600 kilómetros de la Tierra desde el territorio nacional a través de un lanzador desarrollado íntegramente en el país.
Cuenta con una inversión total estimada de 450 millones de dólares por parte del Estado Nacional hasta 2030. También contempla un monto de 9.730 millones de pesos destinados al desarrollo de un prototipo denominado TII-70 y de la infraestructura auxiliar prioritaria.
El desarrollo del cohete se realiza en dos centros espaciales de la CONAE, una parte en el Centro Espacial Teófilo Tabanera (CETT) en Falda del Cañete, Córdoba, donde se llevan a cabo la fabricación, la integración y los ensayos de sistema de propulsión del lanzador, y la otra parte se desarrolla en el CEPI, en Pipinas, donde se avanza en la fabricación e integración del fuselaje.Realmente la ciencia y tecnología argentina tiene un nivel muy elevado por el decidido apoyo del estado a su expansión, con científicos de máximo nivel reconocidos en todo el mundo.