Ayer por la mañana, el barrio porteño de Almagro se despertó convulsionada por partida doble: incendio y tiroteo.
Por un lado se incendió un área del Hospital Italiano que estaba en construcción, motivo por lo que tuvieron que evacuar al personal y a los pacientes. Afortunadamente no hubo heridos. Mientras tanto, enfrente, luego de un intento de robo, un policía de la federal mató a un presunto delincuente.
Los dos hechos ocurrieron con muy pocos metros de distancia, lo que complicaron el normal funcionamiento de la zona, ayer viernes por la mañana.
En el Hospital Italiano, el incendio comenzó en un sector que está en construcción, eso hizo que se tuviera que evacuar a pacientes, empleados y médicos. Fuentes del hospital dieron a conocer que el fuego comenzó en una habitación ubicada en el quinto piso, que da a la calle Juan Domingo Perón. En principio las llamas se originaron sobre un montante cerca de las 11 de la mañana, y rápidamente se extendió a toda la habitación.
Por su parte, Alberto Crescenti, Director del SAME, en declaraciones a medios periodísticos dijo que “el incendio está controlado y gracias al trabajo de los bomberos no hubo heridos ni víctimas que lamentar, ya que todos los trabajadores fueron evacuados”.
Inmediatamente se cortó el paso del tránsito en las calles Gascón y Perón.
Al lugar asistieron cuatro dotaciones de bomberos de la Ciudad y personal de Defensa Civil, que lograron sofocar el fuego en 30 minutos aproximadamente.
Y a pocos metros de allí, en Pringles 492, esquina Perón, a metros del Hospital Italiano, un subcomisario de la Policía Federal, protagonizó un tiroteo con 2 delincuentes que ingresaron a robar a la confitería de la cadena Bonafide, donde estaba tomando un café. A uno lo mató, y el otro ladrón quedó herido. A su vez, un tercer delincuente logró escapar del lugar.
Los delincuentes habrían llegado en un Peugeot 308, y armados entraron en el local, redujeron a los clientes y empleados con intenciones de robo.
El dueño del local, Maximiliano, contó que “Empezaron a quitarle las pertenencias a todos los que estaban en el local, computadoras, dinero y demás”, y agregó que uno de los clientes era “un subcomisario de civil” que se desempeñó “muy bien”, y que siempre “mantuvo la calma” y que recién en el momento en que los ladrones se estaban retirando ahí “vio la oportunidad y dio la voz de alto”.
